Hay que parar con los subsidios hasta que haya un mejor servicio de ómnibus con todos los pasajeros sentados, unidades limpias y desinfectadas y perfumadas y con una frecuencia no mayor de cinco minutos de espera. Urge buscar alternativas para que los pasajeros no sean rehenes de este exclusivo sistema. Se me ocurre que permitir que los autos compartan pasajeros y los transporte con un recorrido parecido a los de las empresas de colectivos, al mismo precio de boleto y a la vez se pueda implementar una tarjeta electrónica para autos compartidos, o dinero en efectivo o cualquier medio de pago x celular o posnet para tarjetas. Los municipios podrían reglamentar, cobrar por la prestación del servicio de autos compartidos y a la vez controlar el funcionamiento óptimo de las unidades. También se pueden reutilizar las vías del ferrocarril; ayudaría muchísimo a descongestionar el tránsito vehicular en el Gran San Miguel de Tucumán. Se viajaría mejor en unidades más cómodas y confortables y seguras fabricadas en el país y sin generar contaminación ambiental. Otra alternativa es hacer ciclovías por todo el Gran San Miguel, dar créditos blandos para que los tucumanos puedan adquirir y movilizarse en bicis, monopatines eléctricos, bicicletas con motor y motos de baja cilindradas 50cc.
Luis Alberto Marcaida
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