El campo de juego del Monumental, en condiciones para Atlético-Barracas

El Monumental José Fierro está listo para recibir mañana el duelo entre Atlético y Barracas, por la fecha cuatro de la Copa de la Liga. Luego de las críticas por el mal estado del campo de juego, la situación cambió, según afirmaron desde el club, y las condiciones del césped no deberían ser un problema para los protagonistas.

“La cancha está en mal estado, es la realidad. Se empieza a marcar, empieza a picar la pelota”, había señalado Favio Orsi, uno de los DT del “decano”, en la conferencia tras el empate en cero ante Instituto, el pasado 28 de agosto, en lo que fue el último partido como local de Atlético. Para el partido de mañana, al menos en la previa, el análisis de Orsi es diferente.

“Hoy está mejor, le dimos descanso y la gente del club hizo un buen trabajo, todavía mejorará mucho más cuando tengamos habilitada la cancha de San Jorge (en San Andrés) porque iremos rotando y esto oxigenará los campos”, dijo el DT.

Miguel Dulor, intendente del estadio Monumental, es decir, responsable principal de las instalaciones, dio mayores detalles a LA GACETA, tras ser consultado sobre el estado del campo de juego.

“Fue importante dejarlo descansar. El trabajo que hicimos durante estos días fue el mismo de siempre, yo siempre digo que en el estadio tenemos las napas contaminadas que son nuestro enemigo, porque eso afecta el normal desarrollo de la raíz del pasto”, apuntaló Dulor, vocal titular de la institución.

“Veníamos con excesivo tránsito que complicó el estado del césped. En el partido que desató la polémica (Instituto), la cancha venía con varios días de mucho uso, el plantel había entrenado los días previos y además había jugado la Reserva”, explicó Dulor.

¿Qué se hizo durante los 19 días que hubo entre el partido con Instituto y el de mañana? El intendente del estadio dividió las tareas en tres puntos claves, explicando en qué consistió cada uno.

En primer lugar, se realizó una preparación para la recuperación, con trabajos previos calificados como “casi artesanales”. “Entran varios empleados con un tridente y un balde de arena a tapar las roturas; después, con el mismo tridente, se acerca y se le hace cuatro acercamientos al interior, y así se va arreglando la rotura”, se explayó Dulor.

En segundo lugar, un proceso denominado aireado, para el que se utiliza una máquina denominada como “sacabocado”. “La pasamos a lo largo y lo ancho, lo que permite oxigenar a la raíz y la descompacta”, manifestó Dulor, aclarando que “la llovizna que había caído en esos días era suave y generó endurecimiento”, y es eso, remarcó, lo que impide que se oxigene y desarrolle la raíz.

Por último, fue importante la aplicación de agroquímicos. “Este es el sexto año que no se resiembra, porque utilizamos los productos que se usan en los green (de campos de golf) que son mayormente líquidos. Esos productos son más caros, es otra aplicación, pero nos permite una rápida reacción del campo. Hemos nivelado algunos sectores, eso fue un trabajo intenso de cuatro o cinco días”, concluyó Dulor.