Este año la Argentina cumple 40 años de democracia ininterrumpida. En estos años hemos logrado la erradicación de la violencia política - en gran medida- y la aceptación de las elecciones como la única y legítima forma de traspaso de poder. En materia de política exterior, el país se vinculó con el mundo a través de una serie de lineamientos en torno a la cuestión Malvinas, la defensa y el fomento de los derechos humanos, la promoción y diversificación del comercio exterior y la cooperación e integración regional, entre otros. Avanzamos en la igualdad de oportunidades a través de leyes como la del matrimonio igualitario y el voto joven. Sin dudas, en estos casi 40 años ininterrumpidos de democracia fuimos capaces de consolidar derechos fundamentales.
“Sin embargo, todavía quedan muchos desafíos pendientes para alcanzar un desarrollo sostenible, el respeto y el pleno ejercicio de los derechos humanos. A lo largo de estas cuatro décadas atravesamos nueve crisis económicas, el PBI per cápita se encuentra estancado, la pobreza alcanza a casi la mitad de la población y un tercio de las y los jóvenes está desempleado. El país requiere de políticas impulsadas por un acuerdo intergeneracional que delimite un horizonte común entre los liderazgos de hoy y aquellos futuros, en base a prioridades y agendas compartidas, conteniendo las preocupaciones y prioridades de las juventude”, sostiene el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento.
Hoy, el día en que los argentinos vamos a las urnas, estamos ante el desafío de elegir libre y conscientemente sobre qué queremos para nuestra república. La Facultad de Derecho de la Universidad Austral junto a Poliarquía Consultores y al Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, presentaron los resultados de la Tercera Encuesta de Cultura Constitucional. De este informe se desprendió que un 72% de la sociedad no está satisfecha con la democracia y que un 50% está de acuerdo con la llegada de un gobierno no democrático si resuelve los problemas de la gente. Se evaluaron, además, la confianza en las instituciones, así como la concepción de la sociedad, los valores y derechos.
“Es la elección de mayor importancia en estos 40 años por las características inéditas que tiene”, destacó Daniel Zovatto, Director Regional de IDEA Internacional durante su exposición respecto de la relevancia de los próximos comicios, aunque advirtió: “No hay democracias sin demócratas”. El diario “La Nación” reprodujo las palabras de Zovatto.
El informe consulta, además, por la apreciación de cada una de las instituciones que componen la república. De allí surge que el 87% considera que el Congreso no toma decisiones pensando en la gente, que dos de cada tres personas dicen que no les interesan los temas que se discuten en el Congreso, que el 72% creen que los jueces no son independientes para tomar decisiones, y que el 65% considera que los jueces de la Corte Suprema de Justicia no son independientes.
“Este estudio nos muestra el trasfondo problemático y los desafíos de la democracia argentina. Podemos constatar el malestar con las instituciones y la clase dirigente”, señaló Eduardo Fidanza, director de Poliarquía Consultores, al tomar la palabra durante la presentación del informe. “Los sectores populares se volvieron escépticos de la democracia”, agregó.
Hoy, cuando vayamos a las urnas, es el momento de reflexionar sobre este sistema de gobierno, el único que en la mayoría de los países del mundo pudo garantizar niveles de equidad y desarrollo aceptables. Con sus aciertos y errores, la democracia hoy nos llama.