El año 2023 que termina, presento una característica inédita en la historia argentina de los últimos 80 años. Hemos pasado de ser un país decadente, frustrado, sin oportunidades para los jóvenes, a ser una esperanza, encarando la batalla cultural que nos puede llevar al progreso, confiabilidad para el mundo, y bienestar a sus ciudadanos. Los que  tuvieron que irse del gobierno, han logrado con su pésima gestión sumada una corrupción sin precedentes, que el 56 % de los argentinos votaran un cambio de sistema con una expectativa distinta. El ex candidato Massa que había prometido en otra época “terminar con los ñoquis de la Cámpora”, fue muy exitoso, porque como hizo las cosas tan mal, perdió las elecciones y se acabaron los ñoquis de la Cámpora. Cristina también logró el “ vamos por todo”, con su delegado y elegido Alberto, llevaron la inflación al 150 %, la pobreza a casi el 50 %, la deuda a u$s 492.000 millones; no cumplieron las metas del Fondo al que volvieron aunque lo odiaban; las reservas netas del Banco Central a U$S 11.000 millones negativas; nos aislaron del mundo serio y exitoso; implementaron el vacunatorio vip, la fiesta de Olivos, sin vacunas y con miles de muertos. Sin duda, fueron por todo y lo lograron: todo mal. Hoy los argentinos decidieron por mayoría dar la batalla cultural, volver a la educación de calidad, hospitales con insumos, médicos y enfermeras bien pagados, seguridad en las calles, narcotraficantes presos, Justicia independiente y eficiente, Congreso que cumpla su rol al servicio de sus representados. La batalla será dura; nadie nos mintió, con mucho sacrificio requerirá un esfuerzo enorme. Los perdedores serán un escollo permanente; los privilegios de los gerentes de la pobreza se acabarán. Los gobernadores viajarán en aviones de línea y los legisladores tendrán que darse cuenta del cambio en el país. Se abre una gran expectativa; que salga bien depende de todos nosotros. Hay que afrontar el presente con mucho esfuerzo y sacrificio y tener la paciencia y la entereza para superar esta herencia nefasta, porque solo así podremos en un futuro tal vez no tan cercano llegar a ser un gran país, con su pueblo trabajando con dignidad, premiando el mérito, educando a sus hijos y gozando los beneficios de la libertad.

José Manuel García González

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