En Asia Oriental las Fiestas se celebran de una manera diferente a lo que acostumbramos en Occidente, al punto de tener hasta otra lógica y distintas fechas. Uno de los ejemplos más famosos es el de China y los rituales que conducen al Año Nuevo.
“Los desfiles por las calles, la indumentaria y el brillo de las luces y animación hace que la festividad cautive a millones de turistas. En China se utiliza el calendario lunisolar como sistema de tiempo, por lo que el Año Nuevo suele arrancar entre el 20 de enero y el 20 de febrero. En 2024 el ciclo empezará el 10 de febrero y durará hasta el 28 de enero de 2025”, indica la docente en Estudios Comparados Carolina Zhang.
Al comparar nuestra cultura, otro elemento esencial que nos separa tiene que ver con el zodíaco. “Para asignar un signo nosotros nos enfocamos en el mes de nacimiento y recurrimos a los nombres de las constelaciones. En cambio, la astrología china se centra en el año de alumbramiento y contempla 12 animales (rata, tigre, conejo, serpiente y perro, entre otros) y cinco elementos naturales para esquematizar la personalidad, las fortuna y las debilidades de cada persona”, explica.
En base a estos detalles, el modelo permite hacer predicciones sobre lo que pasará y brindar consejos. “El calendario funciona por fases de 12 años, al transcurrir ese tiempo hay un animal del zodiaco que reaparece. El 2024 está descrito como el año del dragón de madera”, acota la profesional.
Predicciones
Con estos principios ya claros queda preguntarnos ¿qué nos traerá el Año Nuevo? El dragón es una de las criaturas mitológicas más importantes de la cultura china. Su imagen se asocia al reino celestial y simboliza la suerte, el honor y el éxito. También suele representar la autoridad, la nobleza o el poder.
Por su parte, la madera se vincula con la renovación, la creatividad y a menudo aparece como recurso para mejorar nuestra vitalidad en el ámbito de la medicina tradicional o el feng shui.
“Al unir ambos conceptos, 2024 implica el fin de una etapa llena de negatividad e incertidumbre para la humanidad. Acorde a esta cosmovisión vamos a ingresar en una era donde aprenderemos a ser flexibles, adaptarnos y saber aprovechar las grandes oportunidades o cambios que se presentan”, comenta el astrólogo Leandro Muratto.
El Año Nuevo dará luz verde para el crecimiento individual y profesional y la concreción de proyectos que habíamos dejado estancados. La fortuna beneficiará especialmente a aquellas personas nacidas en 1952, 1964, 1976, 1988, 2000, 2012 y el mismo 2024 (periodos en los cuales también predominó el dragón de madera, que regresa cada 12 años).
“El dragón de madera pronostica la finalización de la violencia; hace un llamamiento a la paz, la prosperidad y el entendimiento; por ejemplo, entre países o posturas disímiles. Estos son buenos augurios para darle fin a los conflictos bélicos o políticos. Si pensamos en la realidad actual parece bastante ilusorio, pero todo se reduce al comportamiento humano y las influencias o acciones que se entrelazan”, añade.
Desafíos
Cómo advertencias o aspectos sobre los cuales trabajar, el dragón de madera implica dejar de lado nuestra impaciencia, la arrogancia y el egocentrismo; tres características que potencia este animal.
“El mensaje apunta a comprender que somos apenas un respiro o un pestañeo en este mundo y que cada pequeña acción que tomamos tiene su repercusión en la comunidad y el planeta. Por eso hay que desarrollar nuestra capacidad de empatía para no imponernos al resto. Controlar el ego nos encamina a una sociedad sin grietas y con menos rechazos”, reflexiona Muratto.