Como era de esperar, la inútil visita de Milei a Davos no sirvió para otra cosa que hacernos pasar vergüenza ante el mundo. Escuchando partes del discurso se pone en evidencia la ignorancia y la desubicación de no saber bien a que personajes estaba tratando de dar consejos. En su discurso mostró un evidente interés por lograr la aprobación de una audiencia formada por un reducido grupo de poderosos capitalistas billonarios, dueños de más del 40 % del poder comercial y financiero de todo el mundo. En su afán de buscar aprobación, trató de impresionar a una audiencia que se mostró aburrida, hablando de las intenciones que tiene para gobernar  la Argentina siguiendo las pautas del capitalismo y del libre comercio. Se preocupó de manifestar que gracias a todos  ellos, el capitalismo ha logrado generar riquezas y recursos, gracias a los cuales  hoy el mundo está mejor que nunca,  porque los adelantos generados, han contribuidos a  crear fuentes de trabajo, han aumentado el bienestar social  bajando la pobreza (?) Lamentablemente, el contenido de su discurso no hizo otra cosa que divulgar el estado de pobreza y desorden en que nos encontramos. Una imagen de nuestro país que contrasta abiertamente  con el concepto que hace muchos años supimos ganar con la calidad de nuestra educación, nuestro potencial agropecuario y nuestra capacidad para el  desarrollo industrial.

Humberto Hugo D’Andrea

hdandrea95@gmail.com