Partió hacia el silencio, hacia su eteno descanso. Miguel Ángel Diosque, santiagueño de Gramilla, desde donde llegó, para radicarse por razones laborales en el ingenio San Juan, Banda del Río Salí. Músico autodidacta, de los mejores cantores de chacareras, con un timbre de voz y una afinación extraordinaria. Integró varias agrupaciones vocales folclóricas y fue fundador en la década del 90, junto a sus hijos Elma y Miguel, de la academia de danzas nativas “El Jagüel”, llegando a obtener importantes premios tanto a nivel provincial como nacional, en Laborde y en Cosquín. Buen padre de familia, a la que inculcó la pasión por el arte nativo, bohemio despojado de ambiciones materiales, de una amistad intachable, del valor de la palabra. Vivirás siempre en el recuerdo de todos tus amigos del canto y de la danza. ¡Hasta siempre, Miguel!
Oscar Benito Castillo
Catamarca 323 - Yerba Buena