Gran beneplácito ha causado el oportuno descubrimiento de las verjas que hace muchos años fueron irresponsablemente retiradas del Colegio Nacional. Cuando me di cuenta de que se produjo el injustificable retiro de las mismas, envié en agosto de 2013 la primera de mis cartas sobre el particular. Cuando se publicó en esta sección, un funcionario del gobierno provincial trató de justificar la medida y respondió que las mismas se habían destinado a un jardín de Infantes de Barrio Jardín. Lógicamente que esto no tenía ningún sentido, era inaudito e incomprensible, además de la enorme extensión de las verjas. Con el tiempo, jamás funcionario alguno volvió a hablar del asunto, ni procedió a resolver la aberración y el vandalismo que sucedían en los que serían sus jardines. En septiembre de 2023 envié una segunda carta a esta sección apoyando un editorial de LA GACETA que hacía eco sobre la queja de vecinos del Colegio que señalaban el abandono del perímetro, cuyas veredas sobre calle Maipú se usaban para estacionar y por Santa Fe, el deterioro de sus jardines por parte de indigentes y bebedores que se instalaban y cometían todo tipo de atrocidades. Por suerte, hoy podemos festejar que la Dra. Chala y la ministra Montaldo hayan encontrado partes de las citadas verjas y dispongan enmendar tamaño desorden del patrimonio que significa el emblemático Colegio.
Humberto Hugo D’Andrea
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