En estas rutas, entre 1970 y 2000, se ejecutaron mejoras en la traza y se construyó un Puente sobre el río Las Salas, 22 Km de caminos nuevos en la ruta 310 tramo Río Nío – Alto de Medina, se abrió una huella evolutiva de 25 km hasta el límite con Salta, obra que permitió acceder a Los Chorrillos, La Candelaria y Rosario de la Frontera. Estas obras incrementaron inversiones agrícolas, avícolas y turísticas, se construyeron 200 casas de veraneo y de residencia permanente, se abrieron cuatro almacenes, una gomería, cabañas, un hostal de montaña, una estación de servicio, un bar y una escuela secundaria; llegó la energía eléctrica a Río Nío, Alto de Medina y Los Chorrillos. Todo este crecimiento hoy está en peligro porque estas rutas, no tienen conservación permanente y en los últimos 15 años tuvieron serios y frecuentes problemas de tránsito. Hasta 1994 existió un campamento permanente, que tenía una motoniveladora, un tractor con carro y nueve empleados con base en Río Nío, que mantenían 100 Km de camino enripiado bajo cualquier condición climática. Hoy, después de 30 años, en el campamento de Vialidad no existen maquinarias ni operarios permanentes; durante semanas y hasta meses el único habitante del campamento es el sereno. El único campamento con personal permanente está en la ciudad de Burruyacu, que tiene para atender 300 Km de caminos, entre ripio y asfalto, tiene sólo 12 operarios, y en contraste, las comunas del departamento, tienen 2.500 empleados para una red comunal de 50 Km. Casi todo el tránsito se realiza por las rutas 305 – 310 y 304. Los usuarios pedimos que se conserve ahora lo ya construido y en el mediano plazo que se ejecuten obras en los tramos más vulnerables de estas rutas. Son obras de costo modesto que se pueden ejecutar mediante convenio entre Vialidad, las comunas y los usuarios. El Estado es único y no se puede limitar sólo a pagar sueldos.

Juan Carlos Valoy 

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