El reloj marcaba 47 minutos y Atlético tenía arrinconado a Central Córdoba, el palo acababa de negarle el gol a Agustín Lagos, pero Atlético Tucumán iba por el primer triunfo en el torneo. Córner a favor, Mateo Coronel queda tendido en el piso dentro del área, pero Andrés Merlos hace gestos ampulosos para que el delantero se levante y la jugada continúa.
Cuando la pelota salió de los límites del campo de juego el árbitro interrumpió el partido y se acercó al “37”. ¿Qué pasó? Cuando Coronel intentó desmarcarse, Oscar Garrido le pegó una piña en la cara. Las imágenes en la repetición fueron claras, Lucas Novelli, desde el VAR, debería interceder.
“Andrés (Merlos) me dijo que fue una disputa de partido, pero no es así. El jugador nunca mira la pelota y cuando hago el gesto de desmarcarme me tira el manotazo. El sostenía que los dos íbamos forcejeando pero no, yo no lo toco a él. ‘En el VAR me dijeron que fue un roce normal’, me repitió”, explicó Coronel respecto a la jugada polémica que recorrió los portales nacionales.
“Hubo piña sin penal”, tituló el diario deportivo Olé, el recorte de la jugada entre Garrido y Coronel tuvo miles de reproducciones en las redes sociales y para la sorpresa de nadie, todos coinciden en que fue penal. “No quiero hablar mucho de la jugada porque tengo mucha bronca, sería meterme en un ámbito que no me compete, más allá de eso nos vamos enojados porque la pelota no quiere entrar”, respondió fastidioso el delantero.
¿Qué hubiera pasado si en el VAR no estaba Novelli y sí estaba Facundo Tello, como se había anunciado en un principio? Es difícil saberlo, pero lo cierto es que el domingo por la tarde se realizó esa modificación, en teoría, porque Tello fue designado para dirigir la final de la Recopa Sudamericana entre Fluminense y Liga de Quito, que se jugará el jueves en Río de Janeiro. La desprolijidad de siempre en el fútbol argentino.
Y ojo, que la jugada de Coronel no fue la única polémica en la noche santiagueña. El gol no convalidado a Justo Giani dejó muchas dudas, aún con el trazado de líneas. Más allá de las limitaciones futbolísticas del “deca” dio la sensación que anoche alguien no quería que la visita ganara. Justo cuando Atlético enfrentó al equipo que creció bajo el ala del santiagueño Pablo Toviggino, un hombre de peso en AFA y que hace unos meses -tras un arbitraje polémico en el Monumental de Fernando Espinoza, otro abonado a las polémicas- tuvo un cruce en redes sociales con Mario Leito, que había puesto en duda la capacidad psicológica de Espinoza para dirigir.
Quizás por ese antecedente, anoche desde la cuenta del club el posteo con tintes de reclamo pareció muy liviano, para la gravedad de la jugada: “Pensó que era boxeo el loko”, junto a un emoji fue lo único que se publicó en X.
Merlos es un árbitro conocido por tener partidos polémicos y en su carrera tuvo varios episodios con errores que perjudicaron al “decano”, no al nivel de Espinoza, pero sí con errores que se repiten y casi siempre contra el conjunto tucumano. El primer recuerdo poco grato data del 2012, cuando Boca Unidos ganó 3-2 en el Monumental con tres goles muy polémicos (dos debieron anularse por offside) y el veedor del Colegio de Árbitros, Carlos Salado, hizo un informe lapidario.
Hace algunos meses, Merlos estuvo a cargo del partido entre Atlético e Independiente, también en Tucumán que tuvo una jugada muy polémica, que luego derivó en un córner a favor del “rojo” que terminó en el 1-1 del partido. En ese momento fue Bruno Bianchi, quien expresó su frustración por la influencia del árbitro en el resultado: "No fue al VAR; no lo llamaron. Es una sensación mala, nosotros necesitábamos seguir sumando. Nos sentimos perjudicados; pasa siempre y queda en la nada. Todo es muy raro", dijo el central en aquel momento, es que cuando el árbitro es Merlos, los jugadores ya juegan condicionados. El árbitro, según cuentan los jugadores, es soberbio, abusa de las tarjetas amarillas, le gusta tener duelos dialecticos con los jugadores. Quizás el más recordado fue el cruce que tuvo con Emiliano Vecchio, el día que el jugador de Racing le dijo que tenía 20 ‘palos’ verdes en el banco. “Me acerqué, se lo dije cerca, él me había dicho varias cosas para que llegara a ese punto, tiene un trato especial con los jugadores”, explicó el volante.
El “decano” tiene muchas cosas por mejorar desde lo futbolístico, así como en el fútbol argentino tienen que dejar de pasar cosas sospechosas (siempre con los mismos equipos favorecidos, por caso ayer no le dieron claro penal a Defensa y Justicia que enfrentó a Deportivo Riestra) para que las suspicacias cesen. Por el momento, dirigentes, árbitros y jugadores, aportan lo suyo para que cada error arbitral quede en el ojo de la tormenta.