Novela
ZONA LIBERADA
MELINA TORRES
(Suma de Letras - Buenos Aires)
Melina Torres regresa al policial con la incorruptible Silvana Aguirre, jefa de la sección de criminología, personaje de su novela Pobres corazones (2021) que recibió mención especial en el concurso de Novela Sara Gallardo 2022.
Esta mujer, inteligente, desconfiada, poco correcta, con la experiencia que le dan los años, dirige un equipo, en el que a Ulises Herrera, el policía gay que sigue leal a su lado, se suma “la correntina”, capacitada para manejar el espacio virtual y realizar pertinentes investigaciones, pero se siente profundamente la ausencia de Gabi Müller. A Silvana le pesa la pérdida de su amigo, es su quebranto. Su lugar, lo cubre Morena, joven y apasionada.
Al modo de crónica, los hechos suceden antes de festejar el nuevo año y continúan en una progresión hasta el sábado 18 de enero que cierra la historia.
Aguirre cruza desde Rosario a la isla en una embarcación precaria. Allí, todo parece vincularse con el narcotráfico, que de hecho, tiene injerencia, pero secundaria, a través de prácticas que investigan mediante “megaoperativos” que Aguirre critica por los errores cometidos dentro del sistema y sus reiterados fracasos.
Ella fue citada para resolver ¿un homicidio, un suicidio, una muerte accidental? Todas las posibilidades atravesarán desvíos y la trama, de manera dinámica irá uniendo hilos con las reflexiones de Aguirre.
En la isla, un pintor es encontrado muerto dentro de su casa, en un escenario ambiguo. El médico forense, acertado en su análisis, da los primeros resultados, pero la novela tendrá que ir armando el rompecabezas de lo que ha sucedido en ese lugar, así como el lector participará, activamente, del recorrido de los hechos, elaborando sus propias hipótesis, cerca o no tanto de Aguirre.
En Zona liberada, el narcotráfico es una pantalla externa que enmascara eso otro a averiguar; el pintor, de personalidad múltiple, famoso por cuadros con imágenes propias pero con otras pintadas por encargo, ¿falsificaciones o apropiaciones? El discurso se introduce en el mercado del arte; se refiere a la reproducción de bienes y a las desmedidas ambiciones económicas.
¿Acaso imitar es lo mismo que copiar? Hay un desgajamiento del pensamiento de Walter Benjamin, que analiza la obra de arte en la época de la reproductibilidad técnica y la crisis de la autenticidad. Entre estos eslabones, la violencia se suma al género, sostenido en algunos paradigmas del “policial negro” que Melina Torres despliega con astucia, con ácido humor e ironía.
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