En la investigación aparece una clara diferencia entre la categoría de historiador y la del novelista, que agrega a su menester literario el frondoso imaginario de las sociedades jóvenes y no siempre respetuosas de sí mismas. No venga el lector, pues, en búsqueda de los “intocables” valores-mitos generalmente asociados a variados liderazgos e intereses políticos en boga. Los trabajos que conforman esta obra son de categoría científica e investigan los conceptos de nación y Estado, dinámicos por naturaleza como las sociedades que los conforman, así como abordan las condiciones de la nacionalidad desde la filosofía de la historia y los valores que unieron las antiguas colonias con sus diferentes metrópolis, España y Portugal. Y en ese menester puede advertirse que la confusión frecuente que se observa al elaborar la historia de nuestros países iberoamericanos proviene en numerosas ocasiones de la ausencia de una definición clara del concepto de Estado. Por otra parte, pueden advertirse igualmente las diferencias entre la transición al Brasil independiente de la metrópoli portuguesa y la de las repúblicas hispanoamericanas durante una crisis española que va del pasado absolutista a la modernidad y retorna en corto plazo al punto de partida.

Otro requerimiento de la investigación de Chiaramonte es el análisis de los fundamentos iusnaturalistas en los movimientos de independencia, así como del concepto de soberanía, cuyo uso actual debe conciliar el poder y el derecho, es decir, “proporcionar legitimidad al monopolio de la fuerza característico del concepto de todo Estado moderno”. El trabajo de investigación incluye una extensa bibliografía, así como otras notas sobre federalismo y formación de los Estados nacionales, a propósito de obras de Benedict Anderson, Simón Bolívar y Tulio Halperín Donghi.

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