El fútbol femenino argentino se enfrenta a una encrucijada marcada por el desfinanciamiento y la falta de visibilidad, resultado de políticas gubernamentales y decisiones en materia de transmisión mediática que han dejado a las jugadoras en una situación precaria. La semiprofesionalización, presentada como un avance en la disciplina, se ve ensombrecida por la realidad de que la mayoría de los equipos aún no cumplen con los requisitos mínimos para considerarse totalmente profesionales.
A pesar de algunos esfuerzos por presentar la primera división femenina como un torneo profesional, datos recientes revelan que más del 40% de las jugadoras permanecen en la categoría amateur. Este desequilibrio en la estructura del torneo no solo afecta la estabilidad laboral de las futbolistas, sino que también dificulta el crecimiento y la consolidación del fútbol femenino en el país.
La situación se ve agravada por la intervención y desfinanciamiento de los Medios Públicos, que históricamente habían sido una plataforma crucial para la difusión del fútbol femenino en Argentina. La pérdida de la transmisión por TV Pública, Deportv y la plataforma Cont.ar ha dejado a los clubes en una situación precaria, limitando su capacidad para atraer patrocinadores y generar ingresos. Esta falta de visibilidad mediática representa un obstáculo significativo para el desarrollo del deporte y pone en riesgo el futuro de las jugadoras argentinas.
La reciente privatización de los derechos de transmisión también ha tenido un impacto negativo en el fútbol femenino. Aunque se haya incluido en el pack fútbol de TNT Sports - ESPN Premium, la reducción en la cantidad de partidos televisados y el costo prohibitivo para acceder a dicha plataforma han dejado a una parte importante del público sin acceso al deporte: se podrán ver sólo dos partidos de los nueve que se juegan por jornada. El resto, quienes no pagan, no podrán seguir las transmisiones televisivas. En escena aparece el streaming: los siete partidos restantes del torneo podrán verse por los canales de los clubes, siempre y cuando puedan afrontar los gastos de la transmisión: cámaras, técnicos, periodistas, y demás actores necesarios.
Esta falta de accesibilidad no solo afecta la base de aficionados del fútbol femenino, sino que también limita su capacidad para crecer y expandirse a nuevos mercados.
Futuro incierto
El retroceso en la visibilidad y la profesionalización del fútbol femenino en Argentina es una preocupación para todos los involucrados en el deporte. Sin el apoyo adecuado del Estado y de los medios de comunicación, las jugadoras se enfrentan a un futuro incierto en el que sus oportunidades de desarrollo están en peligro. Es fundamental que se tomen medidas para revertir esta situación y garantizar un entorno propicio para el crecimiento del fútbol femenino en el país.
En conclusión, el desfinanciamiento y la falta de visibilidad son dos de los principales obstáculos que enfrenta el fútbol femenino argentino en su camino hacia la profesionalización. Sin un compromiso firme por parte de las autoridades y los medios de comunicación, el futuro del deporte está en peligro. Es hora de tomar medidas concretas para apoyar y promover el fútbol femenino en Argentina y asegurar que las jugadoras tengan las mismas oportunidades que sus colegas masculinos.