Vincent Van Gogh se suicidó en julio de 1890 cuando tenía 37 años: se disparó en el torax y murió dos días después en los brazos de su hermano Theo, tras una dolorosa agonía.
Desde entonces se han sucedido al menos una decena de teorías sobre su salud mental, elaboradas por psiquiatras y psicoanalistas de una u otra orientación, los que no se han puesto de acuerdo, después de los estudios en distintas universidades en Europa, principalmente.
Hace pocos días, la BBC admitió que pese de que han circulado muchas teorías diferentes sobre el diagnóstico psiquiátrico exacto del artista, una de las más convincentes es que tenía trastorno bipolar.
Así como se han elaborado tesis en base a diversas investigaciones, igualmente se ha compilado los distintos diagnósticos para llegar a esa conclusión.
A saber: intoxicaciones por digital (una planta cuyo extracto se utiliza como medicamento); por alcanfor; por bromuro de potasio (usado como sedante); sífilis; patología psiquiátrica (trastorno afectivo bipolar, psicosis, síndrome de Meniére); trastorno auditivo); epilepsia de lóbulo temporal... El resumen de estas posibilidades se encuentran en “Vincent Van Gogh y sus posibles afecciones neurosiquiátricas”, de Leonario Palacios, Camila Vélez y Juan Sebastián Botero (Repertorio de Medicina y Cirugía, 2018, vol. 27).
Hay otras investigaciones que mencionan como posibles causas de sus crisis las intoxicaciones por absenta y serpentina.
En todos los relatos escritos por críticos de arte, historiadores, psiquiatras y psicoanalistas, las bases de estudio se concentran en sus pinturas, sus colores (el amarillo, sobre todo, uno de los que más usaba) y su expresionismo, así como en sus disputas con Paul Gauguin (con quien compartió su vida algunos meses, y el casamiento de su hermano Theo, que le provocó una crisis explícita así como el anuncio de él de que esperaba un hijo).
Pero ahora, la investigación para el diagnóstico se centró en las famosas cartas que escribió a su hermano.
El estudio de los académicos de Países Bajos comenzó en 2020 utilizando cientos de sus misivas como evidencia.
La base del diagnóstico
“Tuvimos suerte de haber estudiado casi 1.000 cartas que Van Gogh escribió a su hermano y a otros, y en las que basamos nuestras conclusiones”, dice el profesor de Psiquiatría Willem Nolen, de la Universidad de Groningen en los Países Bajos.
Nolen le dijo a la BBC que los escritos le dieron a su equipo la oportunidad de examinar la evidencia de los síntomas con el objetivo de hacer un diagnóstico. “Es posible que haya exagerado algunos en sus párrafos a su hermano porque necesitaba más dinero y más apoyo. Pero también cabe imaginar que cuando escribía una carta a otros miembros de la familia, incluida su madre, tal vez hacía que los síntomas sonaran menos graves”, señaló el profesor Nolen. “No está completamente claro qué forma de trastorno bipolar padeció, porque aunque sus episodios de depresión eran claramente muy graves; no podemos determinar a partir de las cartas si sufrió el lado maníaco”, dijo.
La definición a la que llegó el estudio realizado por investigadores en la Revista Internacional de Trastorno Bipolar fue que Van Gogh había desarrollado trastorno bipolar, con rasgos de trastorno de personalidad límite, y que “probablemente empeoró debido al consumo de alcohol combinado con desnutrición”.
Durante su vida se conoce que el artista tuvo 10 episodios depresivos y graves, en los cuales también bebía alcohol. Famoso es el hecho de que se cortó parte de una oreja.
Van Gogh estuvo internado en el hospital de Saint-Rémy, y cuando se le dio alta se mudó a Auvers-sur-Oise, donde el doctor Paul Gachet estaba dispuesto a atenderlo. El pintor acudía con frecuencia a la casa de este médico y éste aceptó posar para Vincent, que desde hacía tiempo buscaba un modelo para retratar del natural: su propio médico, todo un tema para los psicoanalistas lacanianos.
Con los dos retratos del Dr. Gachet, Van Gogh intenta crear un retrato moderno. Basta observarlos para advertir la psicología del mismo retratado: inestabilidad (la diagonal), sensibilidad (ojos vidriosos), vibración interior y exterior (el médico al parecer era un manojo de nervios).
¿Qué es?
“La bipolaridad se trata de una enfermedad mental que afecta los estados de ánimo y se caracteriza por un cambio dramático de un extremo a otro. Es una condición relativamente común, que se estima afecta a alrededor de una de cada 100 personas. Tuvimos suerte de haber estudiado casi mil cartas que Van Gogh escribió a su hermano y a otros, y en las que basamos nuestras conclusiones”, dice el profesor.
Los médicos indican que hay diferentes tipos de trastorno bipolar: con el tipo I se experimentan períodos de altibajos maníacos y depresivo y con el tipo II se experimentan depresión severa y episodios maníacos leves, conocidos como hipomanía, que duran un período de tiempo más corto. Aquellos con ciclotimia sufren cambios de humor menos severos, pero pueden durar más tiempo. Y lo principal: cada episodio extremo de trastorno bipolar puede durar varias semanas (o incluso más).
Un día de julio
La historia posterior ya es conocida: abrumado por la soledad, la difícil situación que atravesaba su hermano Theo, cuyo hijo estaba muy enfermo y enfrentaba una mala situación económica, Van Gogh sale a caminar a los campos que retratara con singular maestría, disparándose un tiro en el pecho, muriendo tras 48 horas de agonía. Se despidió de Theo con la frase: “La miseria no terminará jamás”.
Nolen dice que es posible que artista pintara más cuando estaba en un estado hipomaníaco, y esta fase del trastorno bipolar a veces se asocia con episodios de extrema creatividad.
Sólo una obra vendió en vida el artista, algo que lo atormentaba.