Los señores senadores, ni cortos ni perezosos, han aumentado sus dietas sin que siquiera este tema hubiera sido expuesto con anterioridad para nada. Así como así, a iniciativa de un puñado alzando sus manitas se determinaron sus nuevas dietas. ¿Cuáles fueron las razones de semejante aumento? ¿No les alcanza para vivir? Más el desarraigo (500 módulos) y los gastos de representación (1.000 módulos) y... ¡Pobres! ¿Qué se dice entonces de los jubilados, o de un empleado del Estado, o de un empleado de comercio, o de un albañil, mejor aún, de una maestra, de un profesor, de un investigador? Me pregunto, nuestros senadores que no representan a los tucumanos ¿no tienen vergüenza? ¿Un Manzur y una Mendoza no dijeron nada? Pero levantaron prestamente sus manitas. ¿Cuántos proyectos válidos presentaron nuestros senadores?
Juana M. Farías
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