Los rectores de las universidades públicas del país ratificaron la marcha del martes, en defensa de la educación y del presupuesto universitario. Lo hicieron, en particular, en el contexto de una desmentida al Gobierno nacional, que había comunicado acerca de un presunto consenso para un aumento en los gastos de funcionamientos de las casas de estudios superiores.
Funcionarios del Gobierno habían difundido que habían alcanzado un acuerdo con las autoridades del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) -organismo que reúne a los rectores de las universidades públicas, nacionales y provinciales-, para aumentar los gastos de funcionamiento de las universidades el 140% hasta poco más de $ 14.200 millones al mes, desde mayo. Además, habían dispuesto un aumento del 70% para los hospitales universitarios. Sin embargo, los rectores emitieron un comunicado en el precisaron que no se trataba de ningún acuerdo, sino de un anuncio, por parte del Gobierno.
“No se suspende”
“Fue una oferta de la Secretaría de Educación, que debe ser tratada por el CIN. El Gobierno no puede decidir por sí solo; la idea es desactivar la marcha del día martes”, afirmó el rector de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), Ricardo Gelpi. “Ellos están buscando desactivar la marcha; pero no se suspende, categóricamente no se suspende. Está recontra confirmada”, manifestó.
La movilización, que fue votada por unanimidad por los rectores del CIN, y que se realiza en forma conjunta con los gremios de docentes, de no docentes y con las agrupaciones estudiantiles -fundamentalmente, desde la Federación Universitaria Argentina (FUA)- reprochará la homologación del presupuesto del año pasado para el año en curso, con licuación y recorte de giros.
La puja entre el Gobierno y los rectores viene in crescendo desde hace varias semanas. De hecho, hace unos días, el presidente, Javier Milei, había tratado de “salamín” a Gelpi, porque el rector había negado que en la UBA se adoctrine a los estudiantes. “Si Milei dice que soy un salame, habría que ver si soy picado fino o grueso”, le había respondido el docente.
No fue el único rector en cruzarse con funcionarios nacionales. Algo similar ocurrió cuando miembros del Gobierno nacional habían sugerido auditar los gastos de las universidades nacionales. “Quieren hacer lo que se les cante con la plata de otros. Es complejo de auditar, pero queremos saber en qué se gasta la plata”, habían dicho al diario “Clarín” fuentes de la Casa Rosada. El propio presidente del CIN -y rector de la Universidad Nacional de San Luis-, Victor Moriñigo, salió a responder con una dura advertencia: “(Si prospera esa idea, Milei) violaría la autonomía universitaria. A las universidades nacionales las audita la Auditoría General de la Nación (AGN), que reporta al Congreso, y no al Poder Ejecutivo”, explicó Moriñigo. Y amplió que llevar a cabo una auditoría resulta muy complejo. “Pero no porque haya algo que esconder, sino desde la génesis de las universidades nacionales, que son creadas desde el Congreso, con lo cual la AGN es la que tiene jurisdicción. (Las arengas de los funcionarios) son cosas para la tribuna”, subrayó.
Cirugías suspendidas
En ese contexto, las autoridades del hospital de clínicas -dependiente de la UBA- anunciaron que están trabajando a un 40%, y que suspendieron las cirugías programadas. Y la Facultad de Medicina de esa misma universidad tomó la decisión de apagar las luces de los espacios comunes, y de reservar el uso del ascensor -cuenta con 16 pisos- solo para personas con movilidad reducida. Esto, debido a que les llegó una millonaria boleta de electricidad.