Los operadores del Gobierno nacional se encuentran frente a un dilema extremadamente difícil de resolver, en el contexto de las negociaciones porque se aprueben en Diputados los proyectos de “Ley Bases” y del paquete fiscal. Lisa y llanamente, porque conformar a un sector implica, necesariamente, enemistarse con el otro.
En concreto, es lo que está sucediendo con el tema de la restitución del impuesto a las Ganancias. Los gobernadores de las provincias del norte se ponen contentos con la idea de que eso ocurra, porque redundará en beneficios económicos para sus provincia, con escasos daños. Por el contrario, los mandatarios de los distritos del sur del país no quieren que se vuelva a cobrar ese gravamen, porque eso les generaría severos conflictos en sus administraciones, debido a que los altos sueldos que se pagan en esa parte de la Argentina no permitirían prácticamente que ningún trabajador zafe de tributar. Y eso afectaría la paz social en esas provincias.
En su momento, la Cámara Baja había avalado la restitución del impuesto. Pero en el Senado los parlamentarios la rechazaron. Ahora, el oficialismo buscará insistir con el texto original en la Cámara Baja. Pero la discusión divide por todos lados: en el peronismo, en la Unión Cívica Radical (UCR) y en el resto de lo que otrora integraba Juntos por el Cambio.
Si se analiza, en las votaciones podían verse algún alineamiento entre los legisladores que responden a gobernadores del norte argentino -y algunos del centro- en favor de que se restituya el tributo. Del mismo modo, también resultaba notoria la resistencia de los mandatarios patagónicos.
En paralelo, también suenan otros berrinches por los pasillos de la Cámara Baja. Referentes de los espacios considerados “dialoguistas”, que ya habían votado a favor, se muestran molestos porque deberán atravesar nuevamente por el costo político que implica volver a levantar la mano en favor de un impuesto. De hecho, ese malestar desnudó, de mínima, falta de comunicación entre miembros de una y de otra Cámara del Congreso; porque los diputados consideran que resultaba más lógico que el Senado apruebe la restauración del tributo, debido a que se trata de un gravamen coparticipable, que engordará la caja de las provincias.
En detalle
En la madrugada del jueves de la semana anterior a la que está finalizando, 41 senadores votaron en contra de la restitución del impuesto a las Ganancias. Entre estos se encuentran los que responden a los gobernadores de Santa Cruz, Claudio Vidal; de Chubut, Ignacio Torres, y de Río Negro, Alberto Weretilneck.
A estos se sumaron dos senadoras integrantes del bloque de Unión por la Patria (UP) de Tierra del Fuego, que aunque los trabajadores de esta provincia no pagan ese tributo, igualmente rechazaron la restitución.
Ganancias y Bienes Personales: Milei apuesta por Diputados; y mira de reojo al SenadoLa excepción la marcó Lucila Crexell (Neuquén), que votó por la afirmativa, en contra de lo que quería el gobernador Rolando Figueroa. Cabe recordar que Crexell fue apuntada durante toda la sesión por los parlamentarios opositores como que había pactado con la Casa Rosada sus votos a cambio del cargo de embajadora ante la Unesco, designación que le implicaría mudarse a París.
Por el lado de los senadores de provincias del norte, el chaqueño Leandro Zdero y el correntino Gustavo Valdés -ambos, de la UCR- y el misionero Carlos Rovira -Frente Renovador de la Concordia- intentaron infructuosamente que se restituya Ganancias. En el mismo sentido votaron tres miembros de UP -el catamarqueño Guilermo Andrada, la jujeña Carolina Moises, y la tucumana Sandra Mendoza-, en sentido opuesto a la posición del resto del bloque peronokirchnerista -de hecho, el otro representante del oficialismo de nuestra provincia, Juan Manzur, rechazó el proyecto-.
Aquella tríada votó en línea con lo que querían los gobernadores de sendas provincias: Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca). En el tablero se vislumbró con claridad la diferentes posiciones del norte y del sur.
Los legisladores alineados con gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Martín Llaryora (Córdoba) -las provincias del centro del país- también votaron a favor de la restitución de Ganancias.
En la Cámara Baja
Aunque no se dará exactamente igual, se prevé que el escenario en Diputados semeje el del Senado. Cabe decir, entonces, que el resultado es, al día de hoy, incierto. En abril, la restitución del impuesto a las Ganancias fue aprobada en la Cámara baja por 132 a 113 -cuatro abstenciones y siete ausencias-.
El lunes pasado se reunieron en Salta, con el mandatario de esa provincia, Gustavo Sáenz, como anfitrión, Jalil, Jaldo, Carlos Sadir (Jujuy) y Gerardo Zamora (Santiago del Estero). Con la excusa del acto por el aniversario de la muerte de Martín Miguel de Güemes, hablaron de Ganancias.
Zamora mantuvo a sus legisladores en sintonía con UP en el rechazo. Sadir no tiene senadores de su espacio, aunque sí diputados. “Fue tema de conversación, porque para el norte es un ingreso muy importante. En el sur tienen regalías en gas y petróleo de 12%, más importantes que la minería. Ganancias es el impuesto más progresivo y solidario”, dijo un mandatario al diario Clarín. “Nosotros acompañamos (la restitución del gravamen) porque el impacto en el porcentaje de trabajadores de nuestra provincia es bajo”, explicó al mismo medio un mandatario mesopotámico.
Como se señala reglones arriba, los gobernadores patagónicos apuntan en la dirección contraria, debido a los sueldos más altos en la región y a la mayor cantidad de trabajadores que volverán a tributar si se aprueba la restitución de Ganancias. Quieren esquivar el costo político que les significaría avalar una iniciativa que perjudica a parte de sus bases electorales.
“En el debate en comisión recalcaron que solo un 10% de los trabajadores estarán afectados por Ganancias; pero muchos de ese 10% son de la Patagonia”, arguyó en la sesión del Senado Mónica Silva (Río Negro). Otros legisladores de la región calcularon que con un mínimo no imponible de $ 1,8 millón a fin de año quedarán alcanzados 1,5 millón de asalariados.
Diferentes realidades: el porcentaje de Ganancias seduce a algunos
El interés por la restitución del impuesto a las Ganancias en algunos gobernadores se explica por el peso de la coparticipación de este gravamen en el ingreso total de sus provincias. En el caso de los distritos del sur del país el ítem no resulta significativo: en Santa Cruz alcanza un 36,5%; en Chubut, un 31,4%, y en Neuquén, un 18,1%. En contraposición, puede advertirse la importancia de este porcentaje en las arcas de las provincias norteñas: en La Rioja llega al 64,9%; en Formosa, al 67,9%; en Santiago del Estero, al 69,6%; en Catamarca al 69,9%, y en Jujuy, al 71,2%. Estos porcentajes se toman sobre la base de información suministrada por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). “Reponer Ganancias implicaría una recaudación extra de un 0,4% del PBI, de los cuales un 0,16% iría para la Nación, y un 0,24%, para las provincias. Las distintas motivaciones entre las regiones tiene que ver con la cantidad de trabajadores que tributaría en cada jurisdicción y con el peso de la coparticipación en el financiamiento de la provincia”, precisó Nadín Argañaraz, director del Iaraf.