La industria del espectáculo está a full. Más allá de la crisis económica y de la recesión, la Argentina se ha constituido en una buena plaza para los grandes artistas. No sólo por la taquilla, sino también por el calor del público. Los rockstars han reconocido que cada habitante de este bendito país va a sus recitales y se entrega con una pasión pocas veces vista en el planeta. Los capitales foráneos miran más esta alternativa para apostar con las nuevas herramientas económicas y jurídicas que se ofrecen en la Argentina. En las últimas décadas, el país no ha gozado de la credibilidad del mercado financiero por aquello que, para el mundo, somos defaulteadores seriales. La seguridad jurídica es la llave que abre el cofre de la felicidad del dinero. En esa dinámica, el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), sancionado recientemente por la Cámara de Diputados posibilitará la activación del mercado. Un dato en ese sentido: si todo marcha viento en popa, el predio porteño de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA) se convertirá en un domo dentro de un año y medio, precisamente para albergar a unas 18.000 personas dispuestas a escucha a un cantante de moda o a una banda musical. En oportunidad del recital de Taylor Swift, a esos mismos inversores les llamó la atención que al estadio de River Plate llegaran chicos y chicas del interior profundo de un país en recesión. “¿Si esta oleada es habitual, por qué no pensar en construir un Arena en provincias centralmente atractivas?”, interrogó uno de los capitalistas. Se pensó en Córdoba, que ya tiene el Orfeo y el Mario Alberto Kempes. Y se miró más al norte, hacia Tucumán. Un emprendimiento privado de esta naturaleza demanda, en promedio, 24 meses, y una inversión no inferior a los U$S 200 millones. Hubo intentos por construir un estadio único. Todo proyecto ha quedado en un naufragio. Santiago del Estero capitalizó la falta de infraestructura e invirtió en el estadio Madre de Ciudades y en un autódromo. Captó la atención internacional, pero sostener esa el estructura tiene un alto costo sin el apoyo privado.
El problema en esta parte del país es el mismo de siempre: la escasez de un banco de proyectos y de una infraestructura capaz de mostrar desarrollo sostenible. Con tantos años de atraso y de objetivos políticos de coyuntura, la reconstrucción demandará años. Osvaldo Jaldo es consciente de este estado de situación. Le inquieta tanto la reactivación de la obra pública como la expansión del capital privado. Tucumán ha mostrado que no cuenta con un desarrollo habitacional armónico y que, cada tanto, sus principales industrias entran en un cono de sombra. La invasión de sociedades de Bolsa y de firmas que administran capitales privados es silenciosa. Las estrategias de diversificación son de las más variadas, pero de tanto quemarse con leche, el productor ve la vaca y llora. Y de vuelta al punto inicial: la confiabilidad. Ese es el mejor atractivo que un Estado le puede ofrecer a los privados. Claro está que una provincia, que tiene un 45% de la población bajo la línea de pobreza, medida por ingresos, y en la que más del 47% de los asalariados no están registrados por sus empleadores, lo urgente manda.
La recesión golpea. Y fuerte. Hay empresas productivas que han tenido inconvenientes para pagar la quincena a los obreros. Esto se observa en algunas industrias como la citrícola y también la azucarera. Por un lado, el precio no acompaña; por el otro, la superzafra puede ocasionar más problemas financieros que lo previsto. En el medio, el clima que no ayuda. Cuando las crisis afloran la mejor estrategia es actuar en conjunto. Y no está pasando en las dos actividades madre de Tucumán. En la Casa de Gobierno siguen de cerca la evolución de las dos zafras, pero no con la intención de regular los mercados, sino para evitar consecuencias sociales que, luego, terminan afectando la imagen de la provincia. El impacto social de una temporada difícil puede afectar los indicadores socioeconómicos. El desempleo roza el 8%. Dos dígitos en la tasa sería el peor de los escenarios para el segundo y tercer trimestre de este año, de plena etapa productiva. Los datos de los primeros cinco meses del año, para el caso del limón, no son alentadores. Sólo en frutas, las cantidades exportadas del citrus fueron un 30% inferiores en mayo respecto del mismo mes de 2023, de acuerdo con el reporte del Consejo Agroindustrial Argentino. Pero hay otra cuestión que desvela a la industria: la citación que hizo el secretario de Planeamiento y Gestión para el Desarrollo Productivo y la Bioeconomía de la Nación, Juan Pazo, con el fin de analizar el acuerdo de suspensión de investigación al jugo de limón concentrado. Hace dos semanas, Pazo visitó en esta ciudad al gobernador, con quien analizaron algunas cuestiones vinculadas con las economías regionales. No trascendieron más detalles de esa cumbre nocturna. Sí se sabe que Jaldo está muy preocupado por la caída de los volúmenes de exportaciones de limón, que implican menos divisas para la provincia.
El show debe continuar
En 10 días, Jaldo será el anfitrión para la firma de un acuerdo que se viene postergando desde que el 1 de marzo el presidente Javier Milei lo anunciara: el Pacto de Mayo. El tranqueño sabe que esa cumbre puede ser una de las empresas más difíciles que se le presentó desde que incursionó en política. La Casa Rosada ha puesto la vara alta: Milei quiere que al menos 16 gobernadores rubriquen el decálogo en el salón de Jura de la Casa Histórica, antes de la vigilia del 8 de julio. La logística se presenta complicada. Presidencia de la Nación le puso tanto celo a la seguridad del libertario como lo hizo en Córdoba, para el 25 de mayo, y en Rosario, para el 20 de junio. El jefe de Estado tiene previsto arribar el lunes 8 a esta ciudad en compañía de casi todo su gabinete. Se estima que la aeronave que lo transportará desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires llegue al aeropuerto Teniente Benjamín Matienzo entre las 21 y 22. Luego hará una escala en un hotel de la zona del parque 9 de Julio donde también se alojarán varios mandatarios provinciales. En una primera instancia, está diagramado que el acto en la Casa Histórica arranque alrededor de las 23 y a la medianoche se rinda homenaje a los próceres de 1816.
Los palcos se ubicarían en el exterior de la Casona de calle Congreso. Se estima que habrá 800 invitados. Desde un atril que se colocará en la puerta del histórico edificio, Milei hablará en cadena nacional.
Este esquema alternativo también modificará el espectáculo que suele ofrecerse en la explanada de la Casa de Gobierno. Hasta ahora, Los Palmeras abrirán las jornadas de festejos, el domingo 7. Al día siguiente habrá un show de Panam para los más chicos. Ese horario iba a ser ocupado por Los Auténticos Decadentes, que ofrecieron sus disculpas a los organizadores porque se encuentran de gira por Chile. El número central estará a cargo del Chaqueño Palavecino que,. a diferencia de otros años, no cantará a la medianoche, sino que lo hará entre las 19.30 y 20. ¿El motivo? En el Gobierno quieren que la Fiesta de la Independencia termine, a más tardar, cerca de las 21, para que las cuadrillas de limpieza dejen todo listo para el ingreso de la comitiva presidencial hacia el Paseo de la Independencia.
Todos estos detalles serán analizados este martes, en la mesa de trabajo que conformarán las autoridades provinciales y municipales con la enviada de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Sorpresivamente, el gobernador tucumano no será parte de ese encuentro. Ese mismo día tiene previsto viajar a Buenos Aires para dirigirse hacia la Casa Rosada. Lo seguro es que se reunirá con el jefe de Gabinete de la Nación, Guillermo Francos. Lo probable es que de esa reunión, de la que también serán parte el catamarqueño Raúl Jalil, el salteño Gustavo Sáenz y, probablemente, el cordobés Martín Llaryora, asista el Presidente. Sería la segunda vez en menos de 10 días que se da tal encuentro. Milei necesita afirmar parte de su estrategia política e institucional en una pata peronista. Y qué es mejor hacerlo a través de los dialoguistas.
Los gobernadores, no obstante, están de cama. Durante junio, las transferencias reales de coparticipación cayeron poco más de un 24%. En el primer semestre, la reducción real de los fondos coparticipables ha sido del 12%. Este comportamiento de la recaudación marcó la necesidad que algunos gobernadores tenían de que se restituya el impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría, un tributo que se redistribuye entre las 24 jurisdicciones subnacionales. Eso se replica en las recaudaciones provinciales. Por lo tanto, la dependencia del poder central sigue siendo elevada. El Gobierno nacional sabe de esta situación. De allí el pragmatismo que ha tenido La Libertad Avanza para negociar con la casta política. La Ley Bases está; también el paquete de leyes fiscales. La cuestión ahora pasa por saber si es que Milei y su equipo tendrán la suficiente muñeca política para sostener el plan de estabilización económica en el tiempo. Aunque renegó de ellas, ahora aplicó la misma receta que usó la gestión anterior: pisar las tarifas para que el proceso de desaceleración inflacionaria no se frene. Del lado de los gobernadores, el Pacto de Mayo los obliga nuevamente a hacer los deberes fiscales y avanzar en cuestiones de política electoral que, en distritos netamente peronistas, puede llevar a una nueva manera de afrontar las elecciones. Jaldo sabe que el pragmatismo será su principal herramienta para poder sobrevivir institucionalmente. Al menos hasta fines de año, las finanzas se presentan con relativo equilibrio, siempre y cuando no haya otra crisis y la recesión ceda. Entrar a 2025 con problemas financieros puede ser un salto al vacío. Jaldo quiere sostener los resultados en el primer tiempo. Mientras tanto, intentará consolidar la gestión con obras, esos goles que suman votos en la tribuna electoral.