La influencer Mallu Campisi se despierta a las 4.20 de la mañana, se maquilla, cocina pan casero, ordena la casa y prepara un desayuno gourmet para la familia. A las 7.30 de la mañana el marido se despierta, se sienta a la mesa y desayuna, mientras tanto Mallu termina de vestir a los niños y los lleva a la mesa. Este video tiene 891.000 “me gusta” en Instagram, y más de 20.000 comentarios.
“Siempre he querido ser una madre joven. Mi padre siempre me decía que se arrepiente de haber tenido hijos en un momento tarde de su vida”. Cuenta Nara Smith, la modelo estadounidense, en uno de sus videos.
“Hoy le he preguntado a mi novio qué le apetecía comer y me ha dicho que pasta, así que he decidido hacerle unos pappardelle con ragout de pato a la naranja”, así comienza la influencer española, Roro Bueno, en su video más viral.
En mayo del 2024, Rocío López Bueno cambió radicalmente el contenido de su cuenta. La joven de 22 años, que anteriormente compartía videos de sus rutinas de gimnasio y comidas diarias, sorprendió a sus seguidores con una receta elaborada: pappardelle con ragú de pato a la naranja. El proceso le tomó más de cuatro horas, y lo hizo para su novio, Pablo. Este video se volvió viral, acumulando 45 millones de reproducciones y 3,4 millones de “me gusta”. Desde entonces, ha publicado múltiples videos similares, donde cocina elaboradas recetas o realiza actos serviciales para su pareja, como coser un vestido para ponérselo en una cena o encuadernar un libro de regalo. Estos vídeos forman parte del movimiento “tradwives”, que promueve la idea de que las mujeres están mejor en casa, sirviendo a sus parejas y cuidando del hogar.
El término “tradwife” proviene de la combinación de “traditional” y “wife” en inglés, y se refiere a mujeres que asumen roles de género tradicionales, enfocándose en el hogar y la familia. Este movimiento ha ganado popularidad en redes sociales, especialmente en TikTok, gracias a su estética cuidada y un contenido que evoca una vida simple y feliz, similar a la época de los años 50, cuando el “sueño americano” se centraba en la familia perfecta con la mujer perfecta en casa y el hombre trabajando. En 2020, la estadounidense Alena Kate Pettitt fundó The Darling Academy, promoviendo el estilo de vida de las esposas tradicionales. Influencers como Nara Smith también han popularizado esta tendencia, compartiendo recetas elaboradas y actos serviciales para sus familias. Smith, conocida por documentar las comidas que prepara para su esposo y sus tres hijos, siempre aparece perfectamente arreglada y usa un tono de voz suave y calmado.
En Argentina, aunque no hay figuras destacadas que se identifiquen abiertamente como “tradwives”, el contenido asociado a este movimiento tiene una gran cantidad de seguidores. El movimiento feminista en Argentina ha sido particularmente fuerte en los últimos años, luchando por la igualdad de género y la erradicación de la violencia de género. Sin embargo, los videos de “tradwife” logran interpelar de manera significativa a muchas mujeres que han elegido caminos diferentes, desafiando los mandatos familiares tradicionales.
Estas mujeres, a pesar de haber optado por carreras profesionales y un enfoque igualitario en sus relaciones, se enfrentan a la presión social de cumplir con roles tradicionales dentro del hogar. Los videos de “tradwives” pueden resonar en ellas porque presentan una imagen idealizada de la vida doméstica y la maternidad. Este contenido toca una fibra sensible, ya que muchas mujeres sienten que, independientemente de sus elecciones de vida, todavía tienen responsabilidades familiares que cumplir, especialmente en relación con sus hijos y maridos.
Sin embargo, la realidad económica en Argentina, al igual que en muchos otros países, hace que sea difícil para una familia sostenerse con un solo ingreso. La inflación y los altos costos de vida obligan a la mayoría de las mujeres a trabajar fuera de casa para contribuir al sustento familiar.
La tendencia de TikTok de regalar tangas, remeras feas y otras extravagancias¿Por qué vende el movimiento “tradwife”? Este movimiento ha generado un intenso debate. Por un lado, algunos encuentran en estos videos una fuente de inspiración y una forma de escapar de las presiones de la vida moderna. La dedicación y el esmero que muestran estas mujeres en sus tareas cotidianas pueden parecer una alternativa atractiva a la rutina laboral y al estrés diario. Sin embargo, la romantización de estos roles tradicionales también ha sido duramente criticada. Estos videos pueden perpetuar estereotipos de género y promover una visión retrógrada de la mujer. La representación de la mujer como un mero accesorio doméstico, dedicado exclusivamente a servir a su pareja, es vista por muchos como un retroceso en los logros del feminismo, especialmente en una plataforma con muchos usuarios jóvenes que pueden no entender las implicaciones de estos roles tradicionales.
Realidad compleja
¿Qué hay detrás de las “tradwives”? Detrás de los videos pulidos y las imágenes idílicas, se esconde una compleja realidad que combina tanto aspiraciones personales como presiones sociales. La popularidad de las “tradwives” también se puede entender como una reacción contra los rápidos cambios sociales que han redefinido las expectativas de género en las últimas décadas. En un mundo donde las mujeres están cada vez más presentes en el ámbito laboral y público, el contenido “tradwife” ofrece una narrativa de regreso a un pasado más simple y controlado. Sin embargo, esta nostalgia puede ser peligrosa, ya que idealiza una época en la que las mujeres tenían menos oportunidades y derechos. Al romantizar la vida doméstica y los roles de género tradicionales, estos videos pueden desviar la atención de las desigualdades persistentes y socavar los esfuerzos por alcanzar una verdadera igualdad de género.