Aprovechó la chance más concreta que tuvo y se aseguró la clasificación con un hombre menos. Tras haber rescatado un punto valioso en Ecuador, Boca Juniors hizo valer la condición de local y venció por la mínima a Independiente del Valle, con un “intratable” Edinson Cavani. El uruguayo marcó el gol para el “xeneize”, que sacó boleto a los octavos de final de la Copa Sudamericana.
Luego de la muestra de carácter en la altura, el equipo de Diego Martínez llegaba obligado a ganar ante su gente y lo consiguió, con un poco de suspenso.
En apenas seis minutos de iniciado el partido, Jabes Saralegui tuvo la primera de peligro para Boca, pero el arquero Wellington Ramírez desvió el remate del mediocampista. No obstante, el conjunto de La Ribera no demoraría demasiado para ponerse en ventaja.
A los 39 de la primera mitad, apareció en escena la dupla de uruguayos. Miguel Merentiel enganchó para dentro y “a lo Juan Román Riquelme”, habilitó de gran manera a Cavani.
El experimentado “10” de Boca trastabilló en el área y gracias a un rebote de su débil remate, la pelota le quedó servida y puso en funcionamiento la “varita mágica”. En una posición de la que parecía prácticamente imposible marcar, Cavani con una impresionante media vuelta remató al segundo palo de Ramírez, para generar el delirio de todo el público “xeneize”. No obstante, el festejo se hizo esperar.
El VAR, tecnología que quedó en el ojo de la tormenta por lo sucedido en los Juegos Olímpicos, revisó una supuesta posición adelantada y tras varios minutos de incertidumbre, terminó convalidando el tanto del “Matador”.
“Llegaba un momento del partido en el que muchas situaciones te ponen en contra. Teníamos que ganar como sea. Hay que sacar siempre un ‘poquito’ más. Uno busca pegarle al arco y poder apretarla fuerte arriba, además el arquero me dio el rebote. Así es el fútbol, a veces las más difíciles salen. Empieza otra Copa, de ahora en adelante”, dijo Cavani.
Si bien parecía que con el resultado a su favor los de Martínez iban a ser una aplanadora, sucedió algo impensado. A los 15’ del complemento, el juvenil Milton Delgado fue directo al tobillo de Renato Ibarra y dejó al “xeneize”, con uno menos. Justamente esa expulsión del mediocampista, generó bronca en Boca, que podría haber terminado partido hasta con menos jugadores. Un empujón de Ibarra a Lautaro Blanco provocó una trifulca cerca del área de Sergio Romero, pero la situación no pasó a mayores.
Pese a eso, la hinchada de Boca, que tuvo en los palcos al ex tenista Juan Martín del Potro y al reciente campeón de la Copa América Leandro Paredes, se hizo sentir. Hubo cantos en contra de la Conmebol y hasta silbidos con el ingreso de Frank Fabra. Claro, todavía sigue latente el recuerdo de su expulsión en la final de la Copa Libertadores contra Fluminense.
Boca lo aguantó con un hombre menos y dejó atrás los fantasmas que acechaban en la semana. El último antecedente entre ambos equipos en La Bombonera no era nada positivo. En la edición 2016/2017 de la Copa Libertadores, el “xeneize” había sido derrotado 3-2.
En ese sentido, Marcos Rojo se encargó de despejar cualquier tipo de dudas.
“Era muy difícil. Son un gran rival que tiene muy buenos jugadores. Con la expulsión se nos complicó, pero el equipo mostró carácter. Sabíamos lo que se hablaba y nos hicimos fuertes a partir de eso. Nos mentalizamos en sacarlo adelante y ahora, a pensar en lo que se viene”, declaró Rojo.
Con la clasificación asegurada, ahora Boca deberá cambiar el chip y pensar en el duelo del domingo en Córdoba contra Instituto, por la Liga Profesional.
Mientras tanto, también mira de reojo las posibles fechas para el cruce de octavos de final. Allí el rival a vencer será un grande de Brasil: Cruzeiro.