Medio millar de personas van de lunes a viernes a buscar un plato de comida en el centro comunitario “Barrio Galicia”, ubicado en dalle 57 entre calles 14 y 16, en la empobrecida zona norte de Las Talitas. Ayer había locro y empanadas para un breve acto que se hizo entre los referentes de la entidad solidaria (que desarrolla sus actividades allí desde hace 40 años) y el Ministerio Público Fiscal, que en el marco de un programa de vínculo con la comunidad entregó una computadora, una motocicleta y ladrillos, pedidos por la entidad para mejoras edilicias y construir un depósito para la cocina. Allí cumplen tareas comunitarias cinco personas con probation. “Cometí un error y doy gracias por esta oportunidad. Tengo una hija y espero volver a estar apto para la sociedad”, dijo con voz serena Jorge. También hay personas que dan ayuda y buscan contención. “Mi hijo se metió en la droga. No tengo paz en mi casa. Gracias a Dios por ahora está bien. De acá llevo todos los días un plato de comida para mi familia”, relató Silvia Medina.
Lo central en el comedor en el alimento. En la cocina hay varias ollas llenas de locro y en las mesas, empanadas y también postres. Las filas se forman de 11 a 12 horas y se reparten estrictamente 520 comidas (almuerzo y luego habrá merienda). “El menú es variado según el tiempo”, dijo Nelson Fernández, colaborador, único varón del centro, que cuenta que se hace con acuerdo del PNUD (programa de Naciones Unidas para el desarrollo) pero que además con ayudas de gente solidaria –“nada de la política”, aclara- se dan otras 80 viandas. Y hay gente en lista de espera. “Hasta hace tres meses había 30 familias en espera. Ahora son 67 familias que vienen con la esperanza de recibir comida”. El centro trabaja en coordinación con el Banco de Alimentos.
Además hay un jardincito para 30 niños de 1 a 4 años, ubicado a una cuadra del centro, con juegos y apoyo didáctico de 9 a 12. El centro trata de crecer en medio de la crisis, dice la referente Jorgelina Cabrera. “Tenemos que escribir libros de historia de familias de lo que han pasado en esta zona, de siete barrios vulnerables”, explicó.
Cercanía con la gente
El ministro Fiscal, Edmundo Jiménez, habló a los vecinos que habían ido al momento de entrega de los elementos al centro solidario. Dijo que la idea era que la Justicia se acercara a la gente, que de allí, cuando se exponían los problemas, surgió la necesidad de derivar a otras instituciones del Estado para que les dieran soluciones y luego, cuando hubo elementos recuperados del delito, se creó un grupo para que los entregara a instituciones solidarias o que hiciera la gestión entre el que debía pagar una multa o hacer una probation y la entidad que los necesitaba. “Ya tenemos 700 ayudas realizadas, más 120 vehículos entregados a instituciones, más 200 a la Policía”, describió. Y agregó: “siempre se da a conocer cuando hay gente que roba o hace daño, o gente que se hace millonaria de golpe. Pero no se habla de estas tareas solidarias que hacen ustedes. Y esos son los ejemplos que deberían tomar los jóvenes”.
Desmantelaron un comedor comunitario