Ellos, y quienes ya vieron “Miguel y Chino en banda”, dicen que es un show para desternillarse de la risa. Ellos son los ex Midachi Miguel del Sel y Chino Volpato, que desplegarán su arsenal de carcajadas hoy a las 21 en el teatro Mercedes Sosa (San Martín 479).

- Vemos las imágenes y nos dan ganas de ir. Contanos de qué se trata, con qué propuesta vienen recorriendo el país...

- Te cuento que estamos de cumpleaños, porque Midachi cumpliría en estos días 41 años.

- ¡Qué bárbaro, si nos habrán hecho reír los Midachi!

- Y con el Chino hace 45 años, de toda la vida que nos conocemos porque estudiamos educación física juntos. Entonces armamos el dúo que después conoce a Dady (Brieva) y ahí nace el trío. Por eso estamos en tiempos de festejo para nosotros.

- ¿Cómo es el show?

- Ha sido multipremiado en Carlos Paz, donde ganamos nueve premios. Son dos horas a pura carcajada, con buena música, muy buen sonido, buenas luces, pantalla LED y con seis músicos en vivo que le dan un toque distinto al espectáculo. Aparte de ellos somos cinco arriba del escenario, el Chino y yo. Está Idania Dowman, una cantante que es la dama del jazz de Panamá, que se luce y la ovacionan en cada presentación; y Mauricio Jortack, que es imitador y cantante, un fenómeno. Mucha gente lo debe recordar por su paso por Tinelli. Ha hecho a Fito, a Charly... tantos personajes. Y está Zaúl Showman, un mago de Rosario, otro fenómeno. Todos juntos conformamos este show. La pantalla led acompaña escenográficamente. Además en el living de la Tota aparecen muchas personas muy famosas, muy lindas, que también aportan su saludo, como Scaloni, Messi, Susana Giménez... Yo me doy vuelta y lo veo a Messi mandándome saludos y me quiero morir.

- Mientras hablás vemos en el video cómo el público no da más de la risa con la Tota...

- Es que lo de la Tota es un fenómeno. Entro al escenario y es como un estadio de fútbol, todo el mundo cantando ¡Tota, Tota! Creo que tiene que ver mucho con la pandemia; el personaje y el humor se han hecho muy amigos en pandemia, cuando estábamos todos tan preocupados. Realmente el humor fue fiel compañero en una etapa que nos tocó sufrir a todos, y ahí tomó más volumen del que tenía. Pero bueno, el show sigue, es impactante, fenomenal; lo que se ríe la gente es una cosa de locos. Con el Chino estamos muy bien; estamos disfrutando, muy bien respaldados con ellos.

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- ¿Cómo es trabajar con alguien desde hace 40 años?

- Es todo bueno porque somos somos buena gente. Lideramos un grupo de 24 personas viajando; nunca hemos tenido una discusión, ningún problema. Son técnicos, productores, músicos actores. Vamos todos por muy buen camino: todos tenemos el mismo objetivo, que es hacer reír, que es laburar. En nuestro show les estamos dando trabajo a 22 familias. Además está todo lo que representa la llegada de un espectáculo a una ciudad, porque trabajan mejor los restaurantes, el quiosquero, el que vende pororó, el que vende empanadas... Me parece que siempre es bienvenido un espectáculo. Y esto de llevarlo a cada provincia, a cada ciudad, también tiene otro valor agregado: la gente no tiene que ir a Mar del Plata, a Buenos Aires ni a Carlos Paz, lo puede ver en su ciudad.

- ¿Cómo vas encontrando los espacios en donde les toca presentarse en esta recorrida por el interior? El teatro Mercedes Sosa es espectacular.

- En todos lados recibimos un respeto; hay un cariño sobre toda la trayectoria. Hace 43 años que actuamos. Si yo me voy a años atrás he visto a actores grandes y ya el solo hecho de aparecer en el escenario ya había como un reconocimiento, por más que después la actuación no fuera destacada; pero hay un reconocimiento a tanta alegría, a tantos años y nos toca en este momento a nosotros recibir ese cariño. En cada función le digo a la gente: “los que quieran fotos, espérenos afuera”. La semana pasada en San Luis había más de 400 personas esperándonos. Estuvimos más de dos horas sacándonos fotos, una cosa de locos; más el agradecimiento y el aliento...

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- ¿Tienen público que los sigue desde hace 40 años o también se renueva?

- Mucha gente grande nos va a ver. Calculá que el que tenía 40 años y nos vio, hoy tiene 80. Y vuelve, con los hijos, con los nietos. Por suerte le brindamos un show que no falla, está impecable, estamos bárbaros. Nos divertimos nosotros, se divierte el público. Hay mucha improvisación porque tanta experiencia en los escenarios te permite jugar. Para el Chino y para mí es una clase de dos profesores de Educación Física para chicos más grandes. Estamos felices de esta recorrida por todo el país; nos volvemos a ver con tantos amigos, con gente que se acerca porque te vio en algún momento. Estamos viajando mucho, y con una felicidad en el corazón que llama la atención porque realmente no pensamos que lo íbamos a vivir de esta forma.

- Invitá a los tucumanos...

- No se pierdan dos horas de humor; no se pierdan los buenos momentos. Esta vida es complicada y tienen la gran chance de pasar una noche inolvidable.