“El tiempo de las mandarinas”, la obra teatral de Rafael Nofal, vuelve a los escenarios tucumanos una década después de su estreno. “Una mujer hace dedo en una ruta desolada, otra camina como a tientas por la ciudad. Otra, con la mirada perdida, ve pasar los postes de luz desde la cabina de un camión”, se señala en una sinopsis que describe entornos y soledades más que dar pistas sobre el relato que habla de aquellas mujeres que ya no están, víctimas del secuestro, la desaparición o el femicidio.

La celebrada obra se reencontrará con el público a las 20 en la Sala Juan Tríbulo del Teatro Alberdi (Jujuy y Crisóstomo Álvarez). El reparto está integrado por Tuly López, Romina Muñoz, Inés Haedo y Kika Valero, con dirección de reposición a cargo de Sebastián Zamora y la puesta en escena de Jorge de Lassaletta. La música original es de Fernando Flores Blasco y Vero Paz.

“Mujeres ausentes físicamente pero que sobrevuelan en forma permanente la conciencia de la sociedad. Fantasmas, recuerdos, jirones de sueños componen la obra que se desarrolla en escenas cerradas que el espectador irá conectando”, dice el elenco.

López asume la representación colectiva al hablar con LA GACETA. “Siempre primó el deseo de actuar nuevamente juntas. Es una obra que queremos mucho, que nos dio inmensas alegrías y sobre todo que forjó un lazo de amistad y amor muy lindo y fuerte entre los que somos parte. También volvimos porque es un texto que tiene mucho para decir, una temática que -lamentablemente- siempre está presente en la sociedad”, sostiene.

El texto se basa en hechos reales como los casos de María Cash y Marita Verón, “pero a través de sus historias todo lo que se forja ante la desaparición de una persona y la incertidumbre de que nunca más se sabrá de ella, ni qué le pasó; aún hoy se sigue buscando a quienes desaparecieron y reconstruyendo esta memoria podemos estar alertas del hoy y no abandonarlas”.

- ¿Qué implica hacer esta obra en este momento del país, cuando se denuncia una avanzada institucional contra las mujeres?

- Hacer esta obra hoy es una apuesta a seguir alzando nuestras voces, a seguir reclamando la búsqueda de estas mujeres como muchas otras que hasta el día de hoy no aparecen. También implica prevenir, alertar, debatir para no olvidar desde el arte, desde lo que sabemos hacer.

- ¿Es una reposición o un planteo distinto al original?

- Se conserva en su gran mayoría la puesta original, con una reinterpretación en algunas escenas, atravesadas por los cambios sociales que hubo desde la primera puesta hasta hoy. Además, hay una revisión en las  actuaciones, con una mirada minuciosa del trabajo de las actrices, mucho más orgánica y natural.

- ¿Implica un homenaje también para Rafael?

- Nosotras teníamos planeado volver a hacerla, justamente lo habíamos hablado con Rafael el año pasado y con su muerte repentina este año, absolutamente  es un homenaje a él. Escribió ese texto maravilloso, sensible, con una mirada local, anclando su relato en un paisaje poético y al mismo tiempo terrible, nos convocó a cada uno de los que formamos parte y se encargó de que se estrenara. Puso en marcha el grupo y todo lo que implica llevar adelante una puesta.

- ¿Qué cosas cambiaron para bien y para mal en estos 10 años en temas de género?

- Los diferentes movimientos feministas consiguieron visibilizar algunas de las situaciones de injusticia, inseguridad, desigualdad y sometimiento y abusos que sufren las mujeres. Pero a pesar de visibilizarse, el cambio está lejos aún, por eso sumamos nuestro aporte para no dar por terminada aún la batalla.

- ¿Cómo evalúan el actual momento de la cultura nacional?

- Estamos en un momento complicado en lo que se refiere al apoyo del Estado a la cultura, se están realizando recortes que preocupa a toda la comunidad artística y nosotros no estamos exentos. El costo de vida hace que producir arte sea remar en dulce de leche, pero aun así confiamos en que no lograrán acallar las voces del arte. Y estamos muy preocupados por la censura de temas que ya estaban en nuestra cotidianidad, es realmente un retroceso.

Otras propuestas

La cartelera teatral abarca más propuestas, tanto en la capital como el interior.

Con entrada libre y gratuita y organizado por la Fundación SUMA de Monteros, en el Predio de Equinoterapia “Caballos que curan” de León Rougés, a las 15 habrá títeres con “El mundo de Dino”, con libreto de Mirta Cuarterón y la participación de Abigail González y Mery Vaz para contar las aventuras de un dinosaurio alegre junto a sus amigos, los hermanos Pirulines.

Además, esta tarde a las 17 y en el auditorio del Centro Cultural Virla (25 de Mayo 265), Plató Producciones presentará nuevamente el espectáculo musical para toda la familia “Pinocho”, dirigido por Lorena Mazza Danert.

En tanto, pensado para el público adulto, a las 20 en Sala Ross (Laprida 135) volverá “El circo de los Marsili”, de Gonzalo Veliz y  bajo la dirección de Vivi Perea y Emanuel Rodríguez. “Sebastián hace su primera comunión y sus padres han organizado una gran fiesta: zapatos blancos, pantalón blanco y camisa de igual color, todo inmaculado. La intención es mostrarse como una familia ejemplar. Sin embargo, mientras los mandatos oprimen, la rebelión aflora”, plantea la trama. Actúan, entre otros, Flor Melano, Sol Ramallo, Lisandro Palavecino, Max Meloni y Manina Aguirre.

Una mirada femenina sobre la maternidad real, no idealizada, presentará Érica Rivas esta noche a las 21 en el teatro San Martín (avenida Sarmiento 601, en su última presentación de la gira por Tucumán) cuando represente el unipersonal “Matate, amor”, con dirección de Marilú Marini y a partir del libro de Ariana Harwicz.

La grilla de hoy se cerrará a las 22 en El Alto de Estela (9 de Julio 268, San Isidro de Lules), con una nueva función de “La hechicera”, la obra de José Luis Alves y Soledad Benegas que recupera un proceso realizado durante la inquisición española a una presunta mujer poseída.