El sospechoso por el crimen de Jorge David Álvarez, el joven de 22 años que fue asesinado el pasado miércoles en San Cayetano, fue acusado de ser autor de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y sometido a tres meses de prisión preventiva mientras sigue la investigación en su contra.

Según la teoría de la Fiscalía de Homicidios I que conduce Pedro Gallo, el violento episodio ocurrió el 21 de agosto alrededor de las 23.30. La víctima se encontraba en la vereda de su vivienda, ubicada en Anselmo Rojo al 100, junto a sus hermanos C.A.A (17) y D.A (14) cuando se presentaron el imputado Julian Francisco Delgado acompañado por su pareja, su hermano Gastón y los padres de ambos. Álvarez y la familia Delgado comenzaron a discutir en la calle hasta que en un momento dado Julián extrajo un arma de fuego y con intención de causarle la muerte realizó disparos contra Jorge. Uno de los proyectiles impactó en la zona del pecho de la víctima provocando que el joven falleciera debido a un shock hipovolémico. Inmediatamente, Delgado se escapó del lugar dejando a Álvarez tirado en la vereda.

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Debido a la cantidad de testigos, rápidamente pudo identificarse a Julián Delgado como el principal sospechoso de haber cometido el crimen. El 22 de agosto se realizaron una serie de allanamientos para dar con su paradero pero dieron resultado negativo. Horas más tarde, el joven se presentó acompañado por el abogado defensor Álvaro Mariano Zelarayán en la comisaría 9ª, lugar donde quedó aprehendido.

En una audiencia formulada ayer, el auxiliar de fiscal Lucas Maggio formalizó los cargos contra Delgado y lo acusó de ser el autor del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.

Entre las evidencias recolectadas, el investigador mencionó una vaina servida de calibre 22 milímetros y un proyectil de arma de fuego, recolectados por el Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF). Además citó las declaraciones de algunos testigos del hecho. Uno de los testimonios más importantes fue el que brindó la madre de la víctima, Juana Rosa Vázquez ya que presenció el ataque.

“Esa noche escuché gritos y cuando salí a ver qué pasaba vi que estaban los Delgado. Gastón le decía a Julián ‘matalo al flaco ese’, haciendo referencia a uno de mis hijos. Jorge al escuchar eso corrió por el costado de mi casa entonces Julián cambió la dirección y empezó a apuntar hacia donde estaba Jorge contra quien efectuó varios disparos y cayó al piso convulsionando. Todos los que estaban amenazando a mi hijo corrieron a sus casas cuando lo vieron tirado, menos Julián, que se subió a una moto 110 que era conducida por “Juanchín” y se fueron de la zona llevándose el arma de fuego con la que dispararon a mi hijo”, relató la mujer ante la Unidad Fiscal.

Disputa entre familias

Durante la audiencia, quedó al descubierto el móvil del crimen. Según explicó el representante del Ministerio Público Fiscal, hay una enemistad de larga data entre las familias Álvarez y Delgado.

Para acreditar esto, Maggio citó la declaración de Vázquez. “Julián y su familia tienen problemas con mi familia porque en 2013 mi marido lesionó al padre de Julián Delgado y ahora quieren vengarse con mis hijos. Julián y su padre ya habían amenazado de muerte a mi hijo y esta vez cumplió con sus amenazas”, dijo la madre de la víctima. Según informó el auxiliar de fiscal, existen sumarios de cuatro denuncias por amenazas, dos realizadas en octubre y las otras dos en noviembre de 2023. “Es un hecho sumamente violento, donde se encontraba la víctima indefensa junto a menores de edad, lo que muestra el desprecio de la vida ajena”, señaló.

Luego de enumerar las evidencias, Maggio solicitó que el acusado fuera sometido a cuatro meses de prisión preventiva para cautelar el proceso ya que consideró que podría existir el riesgo de fuga y que Delgado podría entorpecer la investigación amedrentando a los testigos y ocultando el arma homicida que aún no fue encontrada. Además adelantó que restan practicar algunas medidas, como declaraciones en Cámara Gesell, pericias balísticas y de laboratorio, y tomar nuevas declaraciones a posibles testigos.

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El defensor se opuso a la medida de máxima intensidad y cuestionó que el plazo era excesivo. En su lugar propuso medidas de menor intensidad o en su defecto el arresto domiciliario. También solicitó que haya custodia policial en la vivienda de la familia Delgado para evitar amedrentaciones.

Finalmente la jueza Cynthia Lorena Rocha resolvió hacer parcialmente lugar al planteo de la Fiscalía y dispuso que el imputado quede bajo preventiva por tres meses. Respecto del pedido de Zelarayán, ordenó que se realicen rondas periódicas en el domicilio.

Doble Homicidio

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Un equipo de la División de Homicidios comandados por los comisarios  Susana Monteros, Juana Estequiño, Diego Bernachi y Miguel Carabajal, detuvieron ayer por la noche a quien sería el autor material del crimen de José María Altamirano (37 años) y su hijo Santiago Ramiro (19). El ataque ocurrió el jueves 22, 24 horas después y a tres cuadras del asesinato de Jorge Álvarez. La hipótesis que manejan los investigadores es que el fatal episodio se habría generado por  un trasfondo del préstamo ilegal de dinero.

Los efectivos tenían identificados a dos sospechosos. Durante la jornada de ayer se realizaron múltiples allanamientos en el vecindario pero dieron resultado negativo. Tiempo después el principal sospechoso, “Chueco” Rombó, se presentó en la Brigada de Investigaciones junto a su representante legal y quedó detenido en dicha dependencia. Mientras tanto, el personal policial continúa la búsqueda del segundo prófugo.

En paralelo a los allanamientos, la familia y allegados de las víctimas se reunieron a despedir sus restos en un domicilio ubicado en la calle Irineo Leguisamo al 700. Alrededor de las 16, un vecino llamó al 911 para alertar que se escuchaban detonaciones de arma de fuego y música a alto volumen, provenientes del inmueble donde se realizaba el velorio. Los efectivos policiales que estaban afectados a la consigna preventiva llamada “Velorio Tumbero” se acercaron al lugar pero al llegar los presentes ya habían partido rumbo al cementerio.