Cuando los partidos alcanzan instancias definitorias se vuelven sumamente difíciles de controlar. La diferencia entre los dos equipos se reduce al mínimo, ya que ambos se concentran en no cometer errores. Estos duelos suelen ser friccionados, con pocos espacios y mucha tensión, porque nadie quiere dar un paso en falso que pueda costarles el resultado.
Aquel que arriesga se queda con esta clases de partidos y Diego Flores lo hizo. El técnico de San Martín entendió que debía modificar las piezas en el complemento y encontró la apertura del marcador con la cabeza de Nicolás Moreno. “Chuny” volvió a ingresar “on fire” desde el banco de suplentes y llegó a cinco tantos en la temporada.
No obstante, antes de esos cambios “ganadores” de Flores, San Martín no había podido romper el funcionamiento de los sanjuaninos.
Raúl Antuña eligió un 4-4-2 para sostener el liderazgo, con Jonathan Zacaria y Nazareno Funez como los más peligrosos del “Verdinegro”. Tal es así que al sector derecho, compuesto por Gonzalo Bettini y Gonzalo Rodríguez, le costó demasiado asociarse. El “7” de la visita apostó por su velocidad y una serie de artimañas contra la defensa de Bolívar y Pellegrini. No obstante, “Turbo” mostró entrega y sacrificio colaborando en defensa y se llevó los aplausos de todo el estadio.
Mientras eso sucedía, el medio campo intentaba dar un golpe de gracia. Gustavo Abregú se quedó solo en la contención y el tándem integrado por Matías “Caco” García y Juan Cuevas fueron los encargados de la generación de juego.
Además de Rodríguez, Lautaro Fedele fue el otro extremo. El ex Defensa no tuvo su mejor tarde, no se entendió con Lucas Diarte por las bandas y eso se sintió en el equipo. Junior Arias no recibió ninguna pelota clara de gol hasta el complemento.
Con ese panorama y ante la necesidad de quedarse con los tres puntos en la “final”, Flores cambió las piezas y acertó.
Sacó a “Turbo” y a Fedele para los ingresos de Moreno y Pablo Hernández. De esta manera, el “Caco” se inclinó como el otro extremo y el “Tucu” se soltó en la mitad junto a Juan Cuevas.
¿El resultado? Centro de Diarte y cabezazo de Moreno, que le venció las manos a Matías Borgogno. Ese mismo que parecía “invencible” unos minutos antes con la tapada al remate de Arias.
El resultado a favor del “Santo” iba a llevar a una cierta reacción por parte de los sanjuaninos y por este motivo, se realizaron más cambios. Juan Orellana le dejó su lugar en la defensa a Tiago Peñalba y Matías Ignacio García reemplazó a Juan Cuevas para colaborar en la contención de los últimos minutos. ¿Un escudo más a esa fortaleza? Iván Molinas, a quien le tocó cubrir el exhausto y efectivo trabajo de “Caco” García.
El equipo titular cumplió con la tarea de contener los avances del rival y el suplente con la labor de ganarlo. En este plantel todos cumplen en la búsqueda del objetivo y los fanáticos de San Martín lo disfrutan con la cima en soledad.