Los recuerdos siempre ayudan a sobrellevar las pérdidas de afectos y familiares. Los buenos momentos, las anécdotas y las risas quedan grabados en la memoria y, pese al dolor que significa un fallecimiento, ayudan a mantener “vivos” a los difuntos. En el mundo del deporte tanto profesional como amateur, los homenajes son un método de mantener presente a las personas. Así fue como Las Zetas, un equipo participante de los torneos organizados en Las Cañas, decidieron plantar un arbolito como un símbolo para recordar a Lorena Paola Medina y Celeste Belén Lobo, dos de sus integrantes que fallecieron en un siniestro vial que sucedió el 14 de julio entre avenida América y calle Italia.
“Un arbolito significa vida. Ese es el mensaje que nos dejaron ‘Pao’ y ‘Cele’”, dice Ruth Bojarsky, jugadora de Las Zetas. Claro; la noticia conmocionó a todas las integrantes del equipo. Es cierto, las amigas de Medina y Lobo reconocen que todavía el dolor persiste, aunque decidieron realizar el homenaje en un lugar que recuerde los grandes momentos que pasaron juntas. “Lo plantamos en la cancha donde entrenamos. Allí fue donde conocimos a ‘Pao’ y el lugar donde nos reunimos siempre. Esa cancha nos remite a un montón de anécdotas que compartimos. Nos pareció que era la forma de tener un rinconcito a dónde mirar y recordar a nuestras amigas”, comentó.
“La primera que se acercó a jugar con nosotras fue ‘Pao’. Después ella llevó a ‘Cele’, que era arquera. Todas juntas participamos de un torneo en ADPUT, y después solo siguió ‘Pao’, que era delantera. Era nuestra “9”. ‘Cele’ siempre nos acompañaba, pero no como jugadora sino como hincha. Era nuestra fan número uno y siempre iba a los partidos. Todas la conocíamos y compartía mucho con nosotras. Todos los momentos que pasamos juntas hicieron que el equipo siempre tenga en mente hacer un homenaje para honrar a las chicas”, agregó Bojarsky.
Las Zetas fue un equipo que se creó en 2021. Si bien nació como un grupo de abogadas para competir en los torneos nacionales, poco a poco fueron inscribiéndose en otras competencias por lo que fueron sumando más integrantes. “La idea era hacer un equipo de abogadas para participar de los torneos nacionales de Abogacía. Ese año se hacía en Córdoba, y todo se conformó a partir de una postulación en el colegio de abogadas. Al regresar del viaje, tuvimos mucha afinidad entre las integrantes de aquel equipo. A partir de ahí, nos abrimos y después en octubre dimos nacimiento a Zetas. La idea era seguir compitiendo en los torneos de Abogacía. Después se incorporaron otras chicas para competir en otros torneos de la provincia. En 2022, se sumó ‘Pao’ que la trajo ‘Eli’, que es una chica que no pudo seguir jugando porque es federada, pero pertenece al corazón del equipo. Eso dio inicio a una amistad muy linda”, detalló Florencia Muñoz.
“El nombre surgió porque en el Colegio de Abogados de Tucumán había un equipo de varones que se hacían llamar ‘Los X’. Entonces a modo de chiste decidimos ponernos las Zetas. También, porque la Z es la última letra del abecedario, usamos como lema y broma que ‘las últimas serán las primeras’”, añadió.
Los homenajes no acabaron allí. Bojarsky comentó que decidieron cambiar las siglas del final del nombre del equipo. “Antes teníamos las siglas FT, que significaba ‘Football Team’. Ahora es P.C. por nuestras amigas. Esa fue la idea de otra de las chicas del equipo. A todas nos agarró muy de repente y fue muy duro. Nosotras siempre queremos tenerlas presentes por cómo eran. Siempre estaban alegres y tenían muy buen humor. Esas personas que te daban una palabra de aliento en el momento justo. Siempre tenían algo lindo para decir. Al no tenerlas, todas tenemos que recordar esa alegría”, dijo.
El día del debut en Las Cañas invitaron a la familia de Medina para hacerle un pequeño presente. Lo que hicimos en Las Cañas, por iniciativa de Carla, la entrenadora, fue enmarcar la camiseta de ‘Pao’ y con unas fotos hicimos ese cuadro. Así el primer partido del torneo decidimos hacerle un pequeño homenaje en el que invitamos a su familia. Ahí le regalamos el cuadro con la camiseta enmarcada y la foto del equipo para que sus padres lo tengan en su casa”, contó Bojarsky, quien aseguró que el apoyo y la contención entre las jugadoras del equipo fue fundamental para sobrellevar el fallecimiento de sus amigas. “Fue muy shockeante y duro. Cada una lo intentó llevar de la mejor manera posible. Lo bueno de los deportes grupales es que intentamos llevarlo como equipo, pero sigue siendo difícil. Los recuerdos hacen que los duelos sean un poquito más llevaderos. Pero la realidad es que siempre los duelos siempre son una m…”, sentenció.
Así, Las Zetas mantienen el recuerdo vivo de Medina y Lobo, y piensan llevarlo como una insignia marcada en su historia.