Kennedy y Nixon.-El del 26 de septiembre de 1960 fue el primer debate televisado de este tipo en Estados Unidos y estableció la importancia de la imagen pública de los políticos. El republicano Richard Nixon estaba presto para ganar las elecciones, pero en el debate no le fue bien. Nixon se negó a usar maquillaje y se lo vio pálido y sudoroso frente a más de 66 millones de espectadores, mientras el joven senador de Massachusetts John F. Kennedy lucía rozagante y relajado. Nixon se dirigía al moderador, Kennedy miraba a la cámara hablándoles directamente a los votantes.
Ford y Carter.- El 6 de octubre de 1976, el primer debate entre el presidente republicano Gerald Ford y su contrincante demócrata Jimmy Carter estuvo marcado por una pérdida de audio de 27 minutos. En el segundo, Ford tampoco salió bien al decir, en pleno apogeo de la Guerra Fría, que no hay dominación soviética en Europa del Este, y nunca la habrá bajo una administración Ford”, pese a que la Unión Soviética tenía tropas en todo el bloque oriental.
Reagan y Mondale.- El presidente republicano Ronald Reagan tenía 73 años cuando se presentó a un segundo mandato contra Walter Mondale, de 56. Sin embargo, convirtió su avanzada edad en una cualidad mediante una ingeniosa respuesta. “No haré de la edad un tema de esta campaña”, dijo Reagan cuando le preguntaron si estaba en condiciones de ejercer el cargo. “No voy a explotar, con fines políticos, la juventud y la inexperiencia de mi contrincante”.
Bush, Clinton y Perot.- En el segundo debate presidencial de la carrera presidencial de 1992 enfrentó al presidente republicano en ejercicio George Bush al demócrata Bill Clinton, quien terminó siendo su sucesor, además de Ross Perot, candidato independiente. Las cámaras captaron a Bush mirando su reloj mientras Clinton hablaba con un miembro de la audiencia, una actitud que le costó caro al republicano. Años después, Bush admitió que odiaba los debates. “Tal vez por eso estaba viendo el reloj: ‘Solo 10 minutos más de esta basura’”.
Debate presidencial en EEUU: Harris y Trump, por primera vez cara a caraObama y Rommney.- El 22 de octubre de 2012, durante un debate con el presidente demócrata Barack Obama, el republicano Mitt Romney lamentó que la Marina estadounidense contara con menos barcos en ese momento que en 1916. “Gobernador, también tenemos menos caballos y bayonetas, porque la naturaleza de nuestras fuerzas armadas cambió”, replicó Obama. “Tenemos estas cosas llamadas portaaviones, en las que aterrizan aviones. Tenemos estos barcos que se sumergen, submarinos nucleares”. Los irónicos comentarios de Obama se hicieron virales.
Trump y Clinton.- El segundo debate de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, que enfrentó a Hillary Clinton y Donald Trump, fue particularmente hostil. Luego de conocerse un video en el que se escucha a Trump alardear de que su fama le permitía manosear mujeres, el magnate republicano atacó al esposo de su oponente, el expresidente Bill Clinton, y lo acusó de ser “muy abusivo con las mujeres”. “Es increíblemente bueno que alguien con el temperamento de Donald Trump no esté a cargo de la ley en nuestro país”, dijo Hillary Clinton. A lo que Trump respondió: “Porque estarías en la cárcel”.
Trump y Biden.- El 29 de septiembre de 2020, el primer debate de las presidenciales de 2020 entre Trump y el demócrata Joe Biden derivó en gritos e insultos. Trump lo interrumpía constantemente y Biden le gritó: “¿Quieres callarte, hombre?”. El demócrata también llamó a su oponente “payaso” y “cachorro de (el presidente ruso Vladimir) Putin”. Trump, por su parte, evadió varias veces la pregunta sobre si reconocería los resultados de las elecciones.
Trump y Biden II.- Los dos candidatos se enfrentaron de nuevo el 27 de junio de 2024. El debate, cuatro meses antes de la votación, parecía para el presidente Biden, de 81 años, la oportunidad para eliminar las crecientes preocupaciones sobre su edad. Sin embargo, fue una debacle para el demócrata, que permanentemente perdía el hilo de sus pensamientos, mostraba una mirada perdida e ideas incoherentes, sin contar una esforzada voz ronca. Su desempeño abonó el terreno para que finalmente abandonara la carrera presidencial y le pasara el testigo a la nueva rival de Trump, la vicepresidenta Kamala Harris.