“En ‘El acto imprevisto’ busco por primera vez conjugar dos maneras de proyectar y producir, presentando una serie de pinturas geométricas realizadas bajo una pretensión estricta de cálculo y exactitud. Una obra que se ajusta más a lo sensible y la experiencia, en la que la participación directa entre espectadores, pinturas y músicos es esencial”.
Así define Javier Soria Vázquez a la muestra que montó en el Mamba (Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, ubicado en la avenida San Juan 350). La curaduría de esta exposición individual del artista norteño estuvo a cargo de Marcela López Sastre. Se la puede visitar hasta el 26 de octubre.
“Todas las pinturas (u obras asociadas a una idea de pintura) se encuentran al ingresar a la sala D del museo. En este primer tramo se observan tres piezas geométricas realizadas con hierro (perímetro) y pintura sobre tela adherida directamente a la pared (sombra), siete cajas enteladas pintadas y tres cuadros enmarcados. Los cuerpos geométricos que ‘levitan’ en estas obras son recortes de tela pintada en diferentes grises”, detalla Soria Vázquez. Varias de estas piezas formaron parte de “Algo sobre la noche”, muestra que se vio en Biomba Galería.
Indica el artista que la sala D del Mamba tiene forma de L. “Aprovechamos esta particularidad para disponer estos dos tipos de obra (en apariencia disímiles) y generar un corte espacial y visual diagonalizando y pintando paredes y piso de gris -detalló-. En el ángulo de la L y acompañando la diagonal de ese recorte espacial se encuentra (a modo de portal o bisagra) una obra compuesta por dos estructuras que portan sendas pinturas en espejo. En estas pinturas también se manifiesta la geometría, pero de ella emerge una forma más orgánica y fluida de color azul”.
En el sector gris de la sala se encuentra Incidente. Se trata de una obra compuesta por tres pinturas azules que contienen una línea blanca a diferentes alturas entre sí, y que se corresponden con una nota musical.
Frente a cada pintura, se encuentran sendas sillas que cada sábado ocupan tres violinistas. La obra se consuma cuando el espectador avanza hacia la pintura para tocarla y recorrer con un dedo la línea blanca. Mientras eso sucede, el violinista ejecuta de manera continua la nota correspondiente.
En profundidad
“Asumo el arte como espacio de reflexión y de riesgo -advierte Soria Vázquez-. Como un lugar incómodo en el que necesito posicionar el pensamiento y el cuerpo para descansar. Trabajo, entonces, en función de análisis y reflexiones sobre algunos imaginarios y presunciones sobre este sistema, y desde la intención clara de que el arte es experiencia personal y a la vez colectiva. En consecuencia, transito entre las diferentes disciplinas (propias del arte) para proyectar y proporcionar lecturas inherentes al arte mismo”.
Arte contemporáneo: hay tardes light para quedarse a mirarSe pregunta entonces: “¿qué hace a un artista? ¿Qué lugar ocupa en todo el espectador? ¿Cuál es el límite entre obra y espectador? ¿Es posible desplazar esos lindes?”
“Gran parte de mi obra se basa en planteos sobre las implicancias de ser artista, el imaginario y las conjeturas del espectador (particularmente con respecto a las destrezas) y las configuraciones del sistema en el que estamos inmersos”, resume.
“Asumirme como artista sin haber superado instancias en las que la pericia sobre el dibujo y la pintura suponen una etapa sustancial aún hoy me genera interrogantes -añade Soria Vázquez-. En función de estas inquietudes suelo imaginarme como pintor o dibujante y gestar, en muchos casos, proyectos en los que me ubico en este punto a veces inconsistente e incómodo”.
Por otra parte, Soria Vázquez propone trabajos que indagan sobre la relación entre el artista, la obra, quien finalmente la ejecuta o produce, y la relación que se genera entre obra y espectador. “En estos casos, las piezas se completan con acciones, intervenciones físicas y/o la participación de otros artistas”, enfatiza.
Perfil
Nacido en Cafayate, Javier Soria Vázquez es artista, escritor y curador. En 2021 recibió el Gran Premio de Honor del Salón Provincial de Artes Visuales de Salta. Intervino también en exposiciones colectivas en el Museo de Arte Contemporáneo de Chile, Fundación Proa, CCK, Centro Cultural Recoleta, Macro (Rosario) y Museo Rosa Galisteo (Santa Fe), entre otros. Ha sido premiado y seleccionado en numerosas convocatorias regionales y nacionales.