escribe Oberdán Rocamora

Redactor Estrella, especial

para JorgeAsisDigital.com

Adversario históricamente íntimo

Alfredo Cornejo, George Raft, gobernador de Mendoza por segunda vez, supo guiar a la “centenaria” Unión Cívica Radical hacia el destino oportuno de la transversalidad que impulsaba Néstor Kirchner, El Furia, desde aquel peronismo inclinado hacia la progresía de la socialdemocracia.

17 años después Cornejo se propone patrocinar el acercamiento de los radicales persistentes con la derecha extrema de Javier Milei, El Jamoncito Libertario, según el estigma de la vicepresidenta, la señora Victoria Villarruel, La Cayetana.

En 2007 Cornejo alegaba la audacia patriótica que se situaba en la frontera del coraje cívico (tener presente que el honroso radicalismo trastabillaba desde el colapso del 2001 con De la Rúa).

Entonces la organización alcanzó a sentirse protagonista de la epopeya sintetizada en el hallazgo de una consigna.

“Cristina, Cobos y vos”.

Aparte de la carnadura republicana, la motivación prioritaria de Cornejo para acercarse a Milei es profundamente personal.

Evitar que Milei, estadista improvisado, siga pacientemente los pasos de la señora ministra Patricia Bullrich, La Montonera del Bien. Para cargar las pilas de Luis Petri, El Carucha, el adversario históricamente íntimo, a los efectos de convertirlo en el próximo gobernador de Mendoza.

El Furia que detestaba a los lindos

Consta que la relación afectiva de La Doctora con Julio Cobos, El Cleto, distó de ser profesionalmente apasionante.

Pero Cobos le duró a La Doctora bastantes meses más de lo que La Cayetana le iba a durar cordialmente a Milei. Hasta el estigma de apodarlo Jamoncito. Por mantenerlo prisionero, como el jamón del sándwich, entre dos mujeres literariamente fuertes.

La señora Karina Milei, La Pastelera del Tarot, y La Cayetana.

Milei, Cornejo y vosLa Doctora y Cobos se encontraban unificados por la teoría demencial de los Radicales Kash.

Pero la teoría iba a desmoronarse exactamente durante el epílogo de la llamada Guerra del Campo.

Transcurrió el misil trascendental con el voto “no positivo” de Cobos que signó la victoria celebratoria del campo.

El conflicto fue consecuencia del disparate de las “retenciones móviles”, surgidas de la galería mágica de Sir Martín Lousteau, El Personaje de Wilde. Fugaz ministro (también transversal) de Economía de La Doctora, Sir Lousteau era celosamente despreciado por Néstor, el marido (y sobre todo jefe político).

Ocurría que El Furia detestaba orgánicamente a los “lindos”.

Curiosamente aquel “lindo” -Sir Lousteau- hoy conduce los fragmentos del radicalismo, partido transformado en otro archipiélago.

Categoría instalada de Fenómeno

Entonces Cornejo se precipitó en mantener encendida la aceptable asociación con Patricia.

Aunque la Montonera del Bien se hubiera asociado también con el adversario históricamente íntimo en la lucha por conquistar la hegemonía en PRO, la mutual identificada con Mauricio, El Ángel Exterminador.

Traficaba Cornejo la candidatura presidencial de Patricia en Juntos por el Cambio, coalición que se disponía al delirio de la sucesión inapelable del frustrado gobierno relativamente peronista de Alberto Fernández, El Poeta Impopular.

A través de Patricia, instrumentada por Mauricio, encaraban la batalla interna contra Horacio Rodríguez Larreta, Geniol, al que acompañaba otro experimentado gobernador radical. Gerardo Morales, El Milagrito.

Y como correspondía, Patricia lo vencía a Geniol, que pasaba a hegemonizar la imagen del derrotado que desperdiciaba una fortuna.

Pero Patricia, con el sostén simultáneo de los dos adversarios íntimos, ahora se predispone a copar La Libertad Avanza, el sello sobresaltado y triunfal que dejó desaforadamente fuera del ballotage a Juntos por el Cambio.

Para incorporar después la fórmula intacta Bullrich-Petri a la escuadra, en la pugna real contra Sergio Massa, El Profesional.

Milei, Cornejo y vosLa Montonera del Bien y El Carucha son hoy los ministros respectivos de Seguridad y Defensa, para total desconsuelo de La Cayetana, que había sido diseñada por Milei, en la franela de la campaña, como la «especialista de ambas disciplinas».

Siempre rápida para los mandados, Patricia se aproxima al triángulo blindado de poder.

Conformado el triángulo por Milei, junto a la hermana Karina y el sorprendente Santiago Caputo, El Jaimito.

Como necesita sentirse indispensable, con o sin el aval de Cornejo, Patricia aspira a más. Lo merece.

Por el mérito exclusivamente represivo de facilitar el desplazamiento por Buenos Aires. Sin las interrupciones de los piqueteros con las estampas que aluden a la multiplicada legión de desposeídos.

La ministra prefiere directamente disponerse a salvar el gobierno de Milei.

Es lo más flojo que desvirtúa, en efecto, la categoría instalada de Fenómeno.

Hoy los jubilados, mañana el juicio político

“Hoy son los jubilados, o es el dinero secreto para los espías. Mañana perfectamente es el juicio político”.

Tanto Patricia como Cornejo (y hasta Petri) descontaban que, para rescatar el libertarismo de Milei de la instancia tan macabra, debían recurrir a la artesanía de la política. E inclinarse también por la exacta sabiduría de las matemáticas.

Había que evitar que la fragilidad legislativa de La Libertad Avanza facilitara el agigantamiento de la oposición en la Pajarera de los Diputados. Para que no alcancen el temible número estratégicamente desestabilizador de los dos tercios.

Con los ostensibles compañeros de ruta de la Mutual PRO, la insuficiencia era notoria.

Para rescatar al gobierno endeble de Milei había que captar las permeables voces del radicalismo que se encontraba en banda.

Bastaba con lanzarse a la aventura de doblar cinco o seis radicales sueltos. Ninguna faena imposible.

Al contrario, y ni hacían falta siquiera los elementales billetes crocantes.

Nudo de la coyuntura

Pese a ser el único gobernador elegido por segunda vez, Cornejo dista de destacarse como profesional del conformismo.

En la altiva Buenos Aires, capital unitaria, Cornejo no tuvo la suerte que merecía por sus atributos morales.

La presidencia del Comité Nacional, como la venerable senaduría, le sirvieron apenas para adquirir ínfulas colosales.

Para regresar a la Mendoza materna con la potencia superior. Predispuesto a jurar solemnemente otra vez sobre la Constitución provincial.

Pero todavía conserva las ambiciones. Nada está perdido.

George Raft, don Alfredo, contempla el panorama del tinglado. A punto de convencerse que Milei ya fue transitoriamente rescatado. Que aún puede desenredar el nudo de la coyuntura, hasta acabar con la restricción del cepo (hacia el fin de año) y aguardar que la economía conecte auténticamente con la algarabía del movimiento.

Al gobernador de 62 años le resta el paño suficiente para competir con su firme aliada Patricia por la posición vicepresidencial de 2027.

Sabe que cuenta con la ventaja de la consigna ganadora.

“Milei, Cornejo y vos”.