César Chelala

Columnista invitado

La palabra yídish chutzpah, emparentada con la palabra hebrea huspãh, tiene una fuerte connotación negativa. Significa “insolencia”, “atrevimiento” o “audacia”. Entró al inglés americano con un significado más amplio y menos peyorativo, pero en hebreo se utiliza para describir a una persona que ha sobrepasado los límites del comportamiento respetuoso.

En su libro The Joys of Yiddish –Las alegrías del yídish–, el fallecido periodista norteamericano Leo Rosten define chutzpah como “descaro; desfachatez; arrogancia; presunción; etc., como ninguna otra palabra ni ningún otro idioma pueden describir”. Así caracterizada, la palabra es un signo de fuerte condena.

Para enfatizar este punto, Oxford Reference puntualiza chutzpah como “esa cualidad consagrada en un hombre que, después de haber matado a su madre y a su padre, se pone a merced de la corte porque es huérfano”. Así caracterizada, chutzpah equivale a una negación total de la responsabilidad personal.

Algunos ejemplos de descaro se encuentran en la confrontación entre los candidatos presidenciales estadounidense Kamala Harris y Donald Trump. A pesar de que este último fue decisivo para acabar con el caso Roe v. Wade, dijo el mes pasado que su administración sería excelente para las mujeres y sus derechos reproductivos. Afirmó que Tim Waltz había declarado que el aborto después del período de nueve meses estaría absolutamente bien y enfatizó durante el debate con Kamala Harris: “… es una ejecución, ya no un aborto, porque el bebé nace, está bien. Y eso no me parece bien”. Linsey Davis, una de las dos moderadoras del debate, comentó: “No hay ningún estado en este país donde sea legal matar a un bebé después de que nace”.

Durante el debate con Kamala Harris, Trump se refirió a un rumor desacreditado en las redes sociales de que los inmigrantes se estaban comiendo a las mascotas en una ciudad de Ohio diciendo: “En Springfield, la gente que llegó se está comiendo a los perros. Se están comiendo a los gatos. Se están comiendo... se están comiendo a las mascotas de la gente que vive allí”. David Muir, uno de los moderadores del debate televisivo, dijo a Trump que ABC había llamado al administrador de la ciudad, quien dijo: “No ha habido informes creíbles de reclamos específicos de mascotas que hayan sido lastimadas, heridas o maltratadas por individuos dentro de la comunidad inmigrante; los informes de inmigrantes que comen animales no tienen fundamento”. Trump permaneció imperturbable.

Cuando Trump acusó a Harris de carecer de una política demócrata eficaz para controlar la inmigración ilegal, Harris respondió que apoyaba un proyecto de ley que incluía a algunos de los miembros más conservadores del Senado de Estados Unidos, quienes propusieron una ley que hubiera controlado eficazmente el flujo de inmigrantes y de fentanilo a Estados Unidos. Harris dijo: “Ese proyecto de ley habría destinado más recursos para permitirnos procesar a las organizaciones criminales transnacionales por tráfico de armas, drogas y seres humanos. Pero, ¿saben qué pasó con ese proyecto de ley? Donald Trump se puso al teléfono, llamó a algunas personas del Congreso y les dijo que mataran el proyecto de ley. ¿Y saben por qué? Porque prefirió hacer campaña con un problema en lugar de resolverlo”.

Retirada

Trump acusó a Harris de haber llevado a cabo una desastrosa retirada de Afganistán. Sin embargo, según Fox News, justo antes del debate entre ellos, un grupo de 10 ex generales y almirantes, entre los que se encontraban el Almirante Steve Abbot, ex asesor de George W. Bush; el General Lloyd W. Newton y el General Larry R. Ellis, que nunca había respaldado a un candidato político hasta esta semana, escribió en una carta en National Security Leaders for America: “La vicepresidenta Kamala Harris es la mejor –y la única– candidata presidencial en esta carrera que está en condiciones de servir como nuestra comandante en jefe”.

El grupo también dijo: “Él [Trump] dejó al presidente Biden y a la vicepresidenta Harris sin planes para ejecutar una retirada y con poco tiempo para hacerlo. Este enfoque caótico obstaculizó gravemente la capacidad de la administración Biden-Harris para ejecutar la retirada más ordenada posible y puso en riesgo a nuestros miembros de servicio y a nuestros aliados. Sin embargo, el presidente Biden, con el apoyo de la vicepresidenta Harris, puso fin a la guerra más larga de Estados Unidos, supervisó el puente aéreo más grande en la historia de Estados Unidos y trajo a nuestras tropas a casa”.

Kamala Harris repudió el tiroteo cerca de Donald Trump y ratificó que "la violencia no tiene lugar en EEUU"

Al lanzar acusaciones no probadas contra la vicepresidenta Kamala Harris –que tiene un historial de servicio público notablemente honesto–, Donald Trump ha demostrado que es un rebuzno sin burro, lo que, pensándolo bien, es una buena definición de chutzpah.