LA GACETA del 11 de julio nos informa que se han comenzado obras de recuperación y modernización en el acueducto de la toma de Vipos con una producción de 2.000 m³ por hora y que según la SAT, es el segundo acueducto en importancia después de El Cadillal.

Pero estos dos acueductos ya no bastan para abastecer a la ciudad de Tucumán, lo que se pone en evidencia cuando llega la época de seca. Por esto es preciso y necesario pensar en buscar en los ríos lugares para estudiar, proyectar y ejecutar tomas y acueductos para reforzar el servicio de agua potable. Con esta finalidad hace muchos años los gobiernos en un tiempo que se fue, por prudencia, pusieron al frente de la dirección del servicio de agua potable a ingenieros civiles hidráulicos de la talla de Domián y Molteni, que además eran profesores universitarios en la materia hidráulica.

Cuando aún existía la Dirección Provincial de Obras Sanitarias (Dipos) se pensó en estudiar y hacer las tomas y acueductos que se dan a continuación, pero que quedaron sin hacer cuando, por la ley de privatización, la Dipos fue aniquilada y sus bienes e instalaciones, y clientela cautiva, fueron entregados a una concesionaria de Francia y a sus socios sindicales. Y cuando se fueron los franceses pasaron a la SAT, pero estas tomas superficiales y acueductos, a lo largo de estos años de privatización del servicio, tampoco se hicieron.

Antes de empezar con el listado, cabe aclarar que para aprovechar la riqueza hídrica de Tucumán es conveniente hacer diques y embalses, para instalar en ellos usinas hidroeléctricas y servir al riego; y para regular y aumentar el servicio de tomas y acueductos. Como la toma situada aguas abajo del dique Gelsi, recibe el agua del embalse en que la promocionada villa turística de El Cadillal arroja sus efluentes cloacales, cuya contaminación se concentra en la época de seca, y como cuando baja el embalse se ve obligado a utilizar el bombeo instalado en la balsa La Niña, se pensó lo conveniente que sería hacer toma y acueducto aguas arriba de la cola del embalse, en el río Salí; además estas razones hay que arreglar ahora el problema de las filtraciones.

Cuando se hace toma y acueducto que no tienen un dique de embalse, se presentan dos problemas; en la época de seca el caudal del río se vuelve mínimo y en la época de lluvias llegan las crecientes y las aguas turbias que pueden ponerlo fuera de servicio. Para dar agua a los municipios de San Miguel de Tucumán y Yerba Buena, conviene buscar, estudiar y proyectar una nueva fuente; esto ya lo hizo el ingeniero Domián, que fue director de la Dipos. Él proyecto una toma con acueducto en el río Lules, aguas abajo de proyectado dije Potrero de las Tablas, y sin dejar pasar más tiempo, hay que rever y tener en cuenta este proyecto, porque además del beneficio que representa, es preciso por ley determinar el terreno sujeto a expropiación por donde irá la traza del acueducto y más en una zona poblada o a poblarse. Esto hay que hacerlo lo antes posible.

Otra nueva fuente superficial a tener en cuenta es una doble toma donde se junta del río de Anfama con el río del Garabatal, con una toma en el río de Anfama y otra en el río de las Juntas, para dejar para desde allí bajar con un acueducto a pendiente constante y pasar por el costado del proyectado dique Potrero de las Tablas. El caudal medido en el río de las Juntas en la época de seca fue de 2 m³ por segundo (o sea 7.200 m³ por hora), caudal que se duplica o triplica en época de lluvias hasta igualar o sobrepasar lo que produce la toma de El Cadillal. Otras tomas y acueductos necesarios y previstos en tiempos de la Dipos y que no se hicieron son: una toma con cámara de depuración por contacto y acueducto en el río Urueña, para la zona de Burruyacu, que parece el arsenicismo. Otra toma y acueducto en el río Salas, que baja de la Sierra de Medina, cuyo caudal medido en la seca fue 1.200 m³ por hora, caudal que se aumenta la época de lluvias, para dar agua al Naranjo y otros pueblos, y a los municipios de Alderetes, Banda el Río Salí, Lastenía, y en especial a San Andrés, que con la plata de líquidos cloacales corre el peligro de contaminación de sus napas profundas, de donde se extrae el agua por bombeo.

Una toma en el río Loro, caudal medido en la seca, 1.000 m³ por hora, para el Timbó Viejo, Las Salinas, Granja Modelo; una toma y acueducto en el río Ñorco para la población de Vipos. En cuanto al acueducto de Vivos, bien podrían haber aumentado su diámetro y caudal si, según lo propuso el ingeniero Adolfo Mouskosqui, se hubiera hecho un dique aguas arriba de la toma. Otras tomas y acueductos a estudiar en el futuro pueden dar agua a Famaillá, Lules, Monteros, Concepción, Aguilares, Villa Alberdi y otras poblaciones.

Sobre las grandes obras hidráulicas cabe recordar al equipo de estudios y proyectos de la empresa Agua y Energía, que intervino en el proyecto del dique El Cadillal y su usina hidroeléctrica, y que participó con sus estudios en el dique La Angostura. Aguas abajo de este dique proyectó su hidroeléctrica la empresa Sollazzo Hnos., que empezó los trabajos en el Potrero del Clavillo.

Años después los interesados en las privatizaciones, como una quintacolumna, empezaron por socavar por dentro a las empresas de servicios del Estado, fundadas para dar bienestar a sus usuarios y que fueron baluarte para defender la libertad económica y afianzar la soberanía de la patria. Las privatizaciones fueron perpetradas en la década entregadora del 90 y sus efectos son como las filtraciones en los diques, que con el correr del tiempo se hacen cada vez más grandes.

Ahora si se quiere hacer grandes tomas y acueductos hay que considerar que como fuente de conocimiento el equipo de estudios y proyectos de Agua y Energía ya no existe. Después de la aniquilación de Dipos, y privatizado el servicio, a largo estos 30 años no se hizo ni una sola toma y acueducto, con lo que se rompió la cadena de ciencia y experiencia, tan útil para qué tipo de obras. En vista de que la empresa regulada por el Ersept nada ha hecho, y como estas tomas y acueductos no son obras sencillas, es obligatorio poner al frente de su dirección un ingeniero hidráulico capaz, y junto con él geólogos, agrimensores, ecólogos con amplios conocimientos hidráulicos, más empleados y obreros capaces, y todos austeros en los gastos, y que para asegurar el buen resultado solución no se permita la abusiva injerencia de políticos y sindicatos. Para estos trabajos Tucumán cuenta con cuatro universidades y conviene que el estudio, el proyecto la ejecución se hagan por administración y por etapas.

Juan Carlos Rosario Medina 

Lucas A. Córdoba 285 – S. M. de Tucumán