Luego de obtener sus primeros cuatro puntos con la escudería Williams en Azerbaiyán, Franco Colapinto se prepara para su debut en el Gran Premio de Singapur, uno de los eventos más difíciles del calendario de Fórmula 1. Este circuito urbano se caracteriza por sus curvas cerradas, altas temperaturas y elevada humedad, lo que lo convierte en un gran desafío tanto físico como mental para el oriundo de Pilar.

Singapur es considerado el circuito más exigente en cuanto a condiciones climáticas, junto con el GP de Qatar, con temperaturas en el habitáculo que pueden superar los 60°C y humedad que suele estar por encima del 70%. Tal es así que Nico Rosberg, campeón mundial en 2016, lo describió como estar "en un sauna, en una bicicleta fija, durante dos horas". 

Justamente estas temperaturas provocan una rápida deshidratación en los pilotos, complicando incluso la ingesta de agua. Kevin Magnussen (Haas) mencionó que el líquido que llevan conectado al casco se calienta demasiado, convirtiéndose "como un té, demasiado caliente para beber". En tanto que Lewis Hamilton (Mercedes) también aseguró que, en una ocasión, tuvo que abrir la visera de su casco durante la carrera para conseguir más aire.

Además, el estrecho trazado de Marina Bay presenta irregularidades y baches, lo que lleva a los equipos a ajustar las suspensiones de los autos, generando mayor incomodidad para los pilotos. 

Para Colapinto, el viernes marcará su primer contacto real con un circuito donde la concentración es fundamental durante las dos horas de carrera. Con cerca de 20 curvas en solo cinco kilómetros, la clasificación es crucial, ya que en nueve de los últimos 14 GP, quien logró la pole se llevó la victoria.