La preservación y la sanación de nuestro planeta cada vez exigen mucho más. Exigen de los ciudadanos, de la justicia, de los medios y, por supuesto, de las autoridades. Si hay algo indispensable en nuestra tierra es el agua y ayer en la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología se trató, a través de voces súper autorizadas, de hacer entender su importancia y más aún: la de las acciones efectivas que exige nuestra situación ambiental. El encuentro internacional, “Diálogos sobre el agua: buena gobernanza, alianzas y cooperación” empezó ayer y terminará hoy, debiera marcar un punto de partida sobre lo que se necesita para no quedarnos sin agua. Así de simple y así de complejo, según sus propios protagonistas.

La primera oradora de la jornada fue Michela Miletto, Coordinadora del Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos de la Unesco y Directora de la Oficina del Programa de Evaluación Mundial de los Recursos Hídricos. La italiana se subió al atril ubicado a la izquierda del fondo del Anfiteatro de Luminotecnia de la facultad y el silencio que antecedió a sus primeras palabras, daban cuenta de lo que ella representaba: era la estrella del encuentro.

“Lograr la cobertura universal del agua para 2030 requerirá cuadruplicar los ritmos actuales de progreso en materia de servicios del agua y saneamiento. Además se calcula que el uso del agua aumentará un 1% por año durante los próximos 30 años debido al crecimiento demográfico y el de los ingresos”, explicó Miletto.

No sólo, entonces, hay que cuadruplicar el esfuerzo que se está haciendo ahora mismo en materia de agua, sino que además se conoce con certeza y contundencia que habrá una demanda de agua superior.

El agua a largo plazo

Si hablamos de largo plazo, aquella demanda es aún mayor. “Se prevé que la demanda de agua urbana aumentará el 80% para el año 2500 y la población urbana que sufre escasez de agua se duplicará durante el mismo período. Por ende, la cooperación entre las ciudades y comunidades agrícolas que las rodean serán fundamentales para satisfacer las necesidades hídricas de ambas partes”, subrayó.

Otro de los temas que trató fue el ODS 6. El ODS 6 se corresponde con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6: garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos. Su título se resume en “Agua limpia y saneamiento”. “Estamos muy lejos de alcanzar el ODS 6 según los hallazgos del informe mundial. Crear alianzas y comentar la información es clave para obtener los derechos humanos al agua y su saneamiento y acelerar el progreso hacia las métricas del ODS 6”, detalló.

El problema del agua: una síntesis de un desafío que se remite a siglos

Miletto aseguró que los costos para alcanzar el OSD 6 tan mentado superan los U$S 1.000 millones al año, lo cual vuelve a reforzar la necesidad de relacionarse entre distintos países. “Las alianzas generan oportunidades para poner en común recursos, compartir riesgos y dinero y para mejorar el argumento comercial para los inversionistas. Además los financiadores pueden beneficiarse de los acuerdos de cofinanciación”, agregó Miletto.

Sistematización del agua

Los sistemas de abastecimiento de agua son aquellos que permiten que llegue el agua desde las fuentes naturales, sean subterráneas, superficiales o agua de lluvia, hasta el punto de consumo, con la cantidad y calidad requerida. Este apartado también formó parte de la concurridísima alocución de Miletto, entregando datos también muy reveladores.

“Crear cooperación entre la comunidad del agua y la del cambio climático es importante, sobre todo entre países que comparten recursos hídricos y servicios ecosistémicos”, explicó. “Se estima que el 58% de las cuencas de aguas superficiales cuentan con un acuerdo cooperativo de agua”, añadió.

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Miletto asegura que los informes que poseen advierten que hay una serie de oportunidades que deberían motivar a las alianzas entre países y ciudades. “Los informes deberían fomentar la recopilación transparente de datos así como monitoreo general de datos en la gestión de del agua ya que ofrece un potencial de eficiencia, pero está claro que requiere un plan de ciberseguridad”, explicó.

El aplausos cerrado al final de su ponencia no dejó satisfecha a Miletto, que aunque sea la estrella del encuentro, quiere irse con algo más que un buen lugar en la marquesina de especialistas hídricos: lo que pretende es que entendamos qué se necesita para no quedarnos sin agua.

Repercusiones: qué se dijo en la facultad

“Al ser un recurso renovable, pero no infinito, es fundamental ordenar su distribución y uso. El hecho de que desde la Facultad de Ciencias Exactas se esté promoviendo la recolección de datos y la participación ciudadana es un paso importante para formular políticas públicas que reflejen las necesidades reales de la sociedad. Involucrar a todas las instituciones, desde la investigación científica hasta la política y el sector privado, es esencial para tomar decisiones informadas y lograr un manejo responsable del agua a largo plazo”, aseveró la geóloga Liliana Abascal. Además aseguró que el objetivo de las jornadas es integrar los aspectos de infraestructura, financiamiento y participación social, lo que garantiza una visión holística de la problemática. “Elaborar un documento final con resultados claros, que sirva como base para la creación de políticas públicas y futuros proyectos de financiamiento, permitirá que las conclusiones de estas jornadas se transformen en acciones concretas”, agregó.

Agenda de hoy: cuáles son las actividades

A las 9.30 está pautada la “Socialización de los trabajos elaborados en las Mesas - Integración”. Esto estará a cargo de los moderadores de las mesas. A las 11 se comenzará con las conclusiones. Primero arrancará Michela Miletto, de la Unesco y le seguirán Virginia Ávila, Secretaría de Estado de Relaciones Internacionales y Empresariales, Liliana Abascal, de la Facultad de Ciencias Exactas y Tecnología, y el cierre estará a cargo de Miguel Cabrera, decano de la misma facultad.