No es el real, pero el cordobés Matías Brito tiene la misma astucia que su personaje favorito: el “Chapulín Colorado”. Tanto es así que se confeccionó un disfraz del personaje ficticio y, con el tiempo, se convirtió en una cábala para acompañar a Los Pumas en todos los estadios del mundo. Y, el Madre de Ciudades, que alojaba el duelo frente a los Springboks, no iba a ser la excepción a la regla.

“Es una cábala que tenemos hace varios años y que pudimos hacerla en el Mundial de Francia. A veces ganamos; otras perdemos. Pero, la hacemos igual. Ahora, hay que bancarse el calor que hace acá, ja”, contó Brito, en la previa al encuentro, mientras buscaba el acceso correcto para entrar a la cancha.

¿Cómo nació la idea de utilizar un disfraz? “Tengo 43 años y soy fanático del Chapulin porque es un héroe verdadero. Entonces, me lo mande a confeccionar para tenerlo”, indicó, mientras contó que llegó acompañado de varios amigos. “Vine con gente de La Tablada, chicos del club Banco. Somos como 16 que vinimos para vivir esta fiesta”, sentenció.

Son sudafricanos, viven en Paraguay, y llegaron a Santiago del Estero para apoyar a los Springboks ante Los Pumas

En el Madre de Ciudades de Santiago del Estero, lógicamente, el celeste y blanco es el color que prima por el partido de Los Pumas. Además, claro, de algunas (muchas) camisetas de otros colores, pertenecientes a clubes argentinos. Pero tres camisetas verdes, con el escudo de Sudáfrica, resaltan entre la multitud: son Marshall, Mike e Ian, sudafricanos que llegaron al país para apoyar a los “Springboks”.

“Nosotros vinimos desde Paraguay; él (por Ian) hizo todo el viaje desde Sudáfrica”, cuenta Marshall a LA GACETA. De hecho, revela, Mike y él conocieron al tercero del grupo horas antes del partido. “Es muy amigable”, asegura.

Para Marshall y Mike, el viaje no fue tan largo. “Él está casado con una paraguaya, y yo vivo allí por trabajo algunos meses del año”, explicó Marshall, sobre la razón por la que residen en Asunción, la capital paraguaya.

Ambos, asegura Marshall, son fanáticos del rugby. “Yo jugué al rugby en Sudáfrica, Mike también, somos grandes fans”, dice. Por eso, no es la primera vez que vienen al país a ver a su selección. “Los vimos en Salta, en 2016, ¿recuerdas a Bryan Habana? Yo estaba allí”, recuerda Marshall, haciendo referencia al histórico wing sudafricano.

Pero además de ver a su seleccionado, y alentarlo, los amigos disfrutan del seleccionado argentino, y de la hinchada. “Nos gustan Los Pumas también, así que es un placer verlos jugar juntos. Es una locura ver el partido en medio de todos los hinchas argentinos, pero es muy lindo el ambiente, muy amistoso. Muy diferente a Buenos Aires”, remarca Marshall, antes de seguir su camino rumbo a las tribunas del estadio, para disfrutar del espectáculo.