Hoy en el Colegio de Psicólogos de Tucumán se hablará del suicidio. Suena fuerte, pero será parte de un taller que busca romper con mitos y derribar el silencio que existe en torno a esta problemática mundial.

El encuentro será de 19 a 21, en el edificio ubicado en calle Córdoba 1.027 y el eje principal será una charla titulada “El diálogo como herramienta para el abordaje de situaciones difíciles”.

La conversación estará a cargo de la licenciada Pilar Padilla y de la psicóloga Mariana Ponce. Es gratuita y abierta a toda la comunidad.

Preguntas clave

¿Sabías que en Argentina la cantidad de suicidios se incrementó un 5% en los últimos años? Esta cifra es solo uno de los claros ejemplos de la necesidad de poner en foco el tema y empezar a hablar sobre el mismo.

Pero para eso, los expertos en salud mental sugieren a la población contar con la información correcta para hacerlo. Motivo por el cual, durante la disertación de las expertas surgirán preguntas adecuadas y necesarias para habilitar el buen diálogo y evitar problemas en la escucha y la recepción.

“Hay preguntas que pueden ser un disparador. Por ejemplo, decir ‘te noto triste, qué te pasa, ¿querés que hablemos?’. Es algo sencillo que podemos preguntar, y de ahí en más, escuchar”, comentó Padilla para anticipar de lo que se hablará esta tarde.

Para reforzar este concepto, la licenciada explicó que los efectos a nivel neurológico de un buen diálogo, son especialmente a nivel cerebral: reducen el nivel de cortisol (hormona del estrés) y aumenta el nivel de oxitocina (felicidad).

Por otro lado, también dan una sensación de bienestar, empatía, placer y a disminuir la ansiedad.

El diálogo, como primer paso para prevenir el suicidio

Por otro lado, la profesional también aclaró: “No todas las conversaciones son diálogos; muchas son monólogos donde una de las partes no tiene la intención de escuchar y no le importa; solo está esperando su turno para hablar”

“Estamos convencidos, como profesionales, de que el diálogo es una herramienta fundamental de prevención”, sentenció la especialista.

Señales de alarma

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año cerca de 700.000 personas pierden la vida a causa del suicidio, lo que lo convierte en una de las principales causas de muerte a nivel global.

Por ello, uno de los principales desafíos para abordar este tema es romper el estigma que lo rodea, ya que muchas personas que padecen problemas de salud mental o pensamientos suicidas no buscan ayuda por miedo a ser juzgadas o incomprendidas.

En este sentido, se remarca que la prevención requiere una sociedad más empática, capaz de identificar señales de alarma y de brindar apoyo a quienes lo necesitan ya que hablar abiertamente sobre estos temas es clave para salvar vidas.

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Así, algunos puntos a prestar atención son:

- Habla acerca del suicidio, o expresar frases como “desearía no haber nacido”, “quisiera estar muerto”, o similares.

- Intenta obtener medios para hacer efectivo el suicidio.

- Retraimiento extremo.

- Cambios de humor.

- Preocupación por la muerte.

- Sentir impotencia y desesperanza ante una situación.

- Abuso de alcohol y drogas.

- Cambios en la rutina normal.

- Hacer cosas autodestructivas e imprudentes.

- Despedirse de las personas como si fuera a ser definitivo.

Padilla, a su vez señaló que si una persona considera que ya hizo el intento de acercarse a un ser querido y no está dando resultado, puede pedir ayuda.

De llegar a este punto, algunas opciones son llamar a la línea 135 (un dispositivo que abrió el Ministerio de Salud para asistencia y prevención del riesgo suicida) o ir al hospital Padilla, que tiene una guardia específica de salud mental.