CARACAS, Venezuela.- Theany Urbina lee una carta escrita a mano: “No aguantamos ni un día más”, dice el texto que firma su hijo, un chico de 16 años detenido tras las elecciones presidenciales en Venezuela, y otros siete adolescentes acusados de terrorismo.
Más de 2.400 personas fueron detenidas durante las protestas tras la cuestionada reelección del presidente Nicolás Maduro, en medio de denuncias de fraude de parte de la oposición. Del total, un centenar eran menores de edad.
Un grupo de 86 chicos ya fueron excarcelados, pero se estima que unos 30 aún están detenidos.
Miguel Urbina, el hijo de Theany, junto a Yenderson, Daiber, Héctor, Bleider, Ángel, Diomer y Alexander, que también firmaron la carta, permanecen en una comisaría policial en Caracas.
“Algún día me iré de este infierno al que nadie pertenece”, sigue el texto que Urbina leyó con la voz entrecortada en una protesta por la libertad de su hijo, frente a la fiscalía en Caracas.
Las protestas, entre los días 29 y 30 de julio, dejaron 27 muertos y unos 200 heridos. Los detenidos fueron calificados como “terroristas” por el propio Maduro.
A Miguel Urbina lo detuvieron el 2 de agosto cuando estaba en la entrada de su casa. “Llegaron dos funcionarios y se lo llevaron”, relata su madre, manicurista de 32 años, que afirma que no estuvo involucrado en manifestaciones.
Ella asegura que su hijo está aislado junto a los demás adolescentes en un espacio donde, al menos, no tienen contacto con presos comunes. “Me decía que tenía miedo -sigue-. Mi hijo no es delincuente, no es un terrorista”.
La carta, escrita con caligrafía escolar, entragada a la fiscalía, dice: “Estamos privados de libertad, encerrados como si fuéramos un peligro para la sociedad”,
Familiares cuentan que, antes de ser llevados al sitio de reclusión actual, a algunos les pasaron descargas de corriente y les pusieron una bolsa en la cabeza amenazándolos con llenarla de gases lacrimógenos.
“Ayúdenos a salir”
También de 16 años, Ángel Moisés Ramírez, hijo de Nérida Ruiz, de 39 años, lleva casi 60 días detenido. Ella abraza una fotografía del mayor de sus hijos vestido con el uniforme de la escuela.
Se lo llevaron de su casa mientras cuidaba a su hermano de año y medio. Lo acusaron de “hurto calificado, incitación al odio, terrorismo y resistencia a la autoridad”. Esto luego de que una de las motos saqueadas en un almacén fuera puesta en el camino para subir a su casa. “Él empieza la semana que viene” el último año de la secundaria, cuenta Ruiz.
La Justicia argentina solicitó formalmente la captura internacional de Nicolás MaduroDebido a las dificultades económicas de su familia, Miguel Urbina no estaba estudiando. “Todos en mi casa debemos trabajar, trabaja mi esposo, trabajo yo, y mi hijo estuvo trabajando, aprendiendo carpintería”, cuenta.
“Lo único que pedimos es justicia”, señala la carta. “No aguantamos ni un día más en este lugar, somos jóvenes que no tenemos nada que ver en lo que está pasando en el país, no somos terroristas”.