Gabriel Mazur Kuba coloca a los 21K LA GACETA a un nivel tan alto como el de la media maratón de Buenos Aires. Con su participación en esa carrera, considerada la del circuito más veloz de América, el atleta cumplió uno de sus anhelos deportivos. Si valora tanto la carrera que se largará el domingo en el parque 9 de Julio, claramente no es por su historial ya que ambas no se pueden comparar en ese aspecto.
La carrera organizada por el diario apenas va por su segunda edición y tiene un cupo de 1.500 corredores ya cubierto, muy por debajo de los 25.000 que participaron en la media maratón de Buenos Aires en agosto, un récord total en sus 35 ediciones. Sin embargo, la calificación de Mazur Kuba no se basa en números, sino en lo sentimental. Todo se alineó para que su participación el domingo sea igual de trascendental en su vida que su incursión en la carrera de Buenos Aires.
“Los 21K LA GACETA serán especiales porque mi abuelo, que tiene 86 años, me verá correr por primera vez”, dice el comerciante que vive en San Luis.
Su abuelo estará en el parque 9 de Julio, que el domingo por la mañana recibirá a los habituales caminantes, ciclistas y vecinos que pasean a sus mascotas. Esta vez, además, un amplio sector del parque estará “invadido” por los corredores, que vestirán la remera azul eléctrico con vivos rosas, la indumentaria oficial que forma parte del kit de corredor de los 21K LA GACETA, y que en las próximas horas estará en circulación (ver aparte).
¿Por qué don Eduardo David Chavan verá por primera vez a su nieto montado en las zapatillas de competencia? La razón es que Gabriel se fue de Tucumán en 2003 debido a cuestiones laborales de sus padres y, hasta ese momento, no practicaba ningún deporte.
Mazur Kuba es un deportista que surgió en plena pandemia, cuando incursionó en una de las primeras actividades físicas permitidas como una vía de escape al aislamiento.
Este fin de semana será su segunda visita a la provincia después de más de una década de ausencia. Cuando la carrera apareció en el calendario runner, no dudó en aprovechar la oportunidad. “Cuando empecé a correr, había carreras en las que siempre pensé correr. La de Buenos Aires era una de ellas, y también una en el lugar donde nací”, afirmó.
El corredor sabe que el domingo no estarán Yésica, su esposa, ni su hijo Pedro. Ellos siempre lo acompañan, pero en esta ocasión sus compromisos educativos son un impedimento. La magia del aliento vendrá de parte de sus familiares tucumanos y de algunos amigos que, seguramente, don Eduardo sumará en ese momento al señalar que su nieto correrá. “Él fue dueño de la cerrajería y relojería ‘El Candado’, donde trabajó durante 50 años. Tiene muchos conocidos”, destacó el corredor.
Hubiera sido ideal que la esposa y el hijo pudieran viajar a “El Jardín de la República”, pero cumplir el deseo de correr por primera vez en su tierra no podía esperar más. “Ni lo pensé, apenas se abrieron las inscripciones me anoté”, relató Mazur Kuba.
El runner, que en 2024 comenzó a entrenarse con el grupo puntano Rumbo Urbano, inició esta temporada con la distancia de 21K. El trabajo en grupo lo entusiasmó y el domingo correrá esta distancia por tercera vez en el año. Sus primeros 21K competitivos fueron en abril, en La Pampa. Meses después, se unió a los miles que se adentraron en los lugares más emblemáticos de Buenos Aires.
En esa ocasión terminó la media maratón en 1h50’34”, un registro que ronda su mente. Sin embargo, en Tucumán no lo tendrá tanto en cuenta. Para él, bajarlo o subirlo será anecdótico. “La experiencia está más allá de los tiempos y de las posiciones”, estableció. “Voy a disfrutar al máximo de la ciudad que tanto quiero, junto a mi familia”, insistió el corredor. “Se armó un combo muy personal: correr donde nací, que mi abuelo me vea, disfrutar del fin de semana largo y recorrer un trayecto muy lindo. Se unió lo familiar con el poder disfrutar del running”, celebró Mazur Kuba, que tendrá hinchada especial, pero que sólo busca cumplir un viejo sueño.