Cuando se observan las obras de Cecilia Jaime se disparan las asociaciones. Los paisajes se bifurcan entre las yungas, imágenes de un vuelo sobre el Amazonas, un cañaveral o el lago que está ubicado en San Javier. Está claro que hay una exaltación de color, y que su trabajo desde hace cinco o seis años se ha decidido por la pintura.

La artista que reside desde hace décadas en Bélgica (1989), tendrá su primera exposición individual en esta provincia en el Centro Cultural Rougés (Laprida 31), hoy, desde las 20; se podrá visitar hasta noviembre. “Llegamos a la ciudad y escuchamos a los pájaros y los grillos, a los coyuyos; ustedes están acostumbrados, pero para nosotros es música”, comenta con su esposo en la visita.  

En una recorrida con LA GACETA la provincia aparece en algunas de sus obras,  como “Ombú” y “Arco en reposo”; impresionista, aunque no de un modo expreso, hay que aclararlo. ¿Impresionismo contemporáneo? Orgullosa, afirma que su trabajo es reconocido como monetista (de Monet) en algunas zonas de Europa.

Lo que desde hoy se podrá observar en el Rougés, son 20 pinturas en las que el receptor debería prestar atención en la luz y el color y hasta un dejo de surrealismo como en esa que, en una nube, casi diminuto se identifica un helicóptero arrojando agua (“Patagonia Wildfires”, 2021, óleo sobre lino).

“La pintura es muy importante en Europa, es protagonista en los diferentes espacios o en las subastas”, dice la artista que tiene su propio espacio en Gantes desde 2012. “Antes hacía instalaciones, otro tipo de trabajos, pero la pintura me ha ganado en estos últimos años”, relata; sobre todo desde la pandemia. “Me defino como artista visual multidisciplinaria. Desde hace cinco años regresé a mi primera pasión, que fue la pintura”.

Podría escribir que su experiencia y recorrida por diferentes países está presente en las paredes del Centro Cultural Rougés, como en el acrílico oval “Amazona” (2021) que es una imagen de un vuelo en el que las nubes se confunden con el amanecer.

El  agua

“El agua a menudo está visiblemente presente en forma de estanques y arroyos o está escondida entre oscuras nubes de lluvia y aviones de extinción de incendios. Pintar un estanque es la oportunidad óptima para que la artista estudie el reflejo de la vegetación circundante y la refracción de la luz”, señala en su texto Ine Engels.

FORMA DE EXPRESIÓN. El agua a menudo está visiblemente presente.

“Bubbles Garden” (2024), de pequeña dimensión, es una obra reciente del artista. ¿Qué ver en esas burbujas?

“Cecilia Jaime tiene un interés universal por el paisaje. Con raíces en Argentina, familia en Suiza y una galería en Gante, donde representa a artistas nacionales y extranjeros, la artista se mueve constantemente entre culturas”, agrega Ine Engels. “El paisaje pintado surge de la experiencia, la memoria y la emoción del artista y, por tanto, se interioriza. Cuando nos paramos frente al paisaje de Jaime, no vemos un lugar tangible de la realidad, sino una imagen interior que consta de varias capas”.

Memoria emotiva

En el recorrido con este diario, Jaime se detiene en diferentes obras. “Hay un paisaje ya no tiene que ver con esa geografía, es más bien una memoria emotiva, y es del lago de la ciudad universitaria de San Javier. Es una interpretación muy subjetiva. Vi peces naranjas allí y estaban, por eso utilicé mucho el rosado”, indica señalando la pintura, “Pink Lake II” (acrílico, 2019). “Me quedó muy en la retina esos peces anaranjados”, reitera.