Hace 48 años aparecía un chico de 15 años para debutar en la primera de la asociación atlética Argentinos Juniors. Su nombre era Diego Armando Maradona, de la mano del entrenador Juan Carlos Montes. Entró en el segundo tiempo en lugar de Giacobetti, con la camiseta número 16 en su espalda, frente al poderoso Talleres de Córdoba del “Hacha” Ludueña, Valencia y Cabrera, entre otros grandes jugadores. Le hizo un caño a Cabrera, que no podía entender en esos pocos minutos de su debut. El fútbol mostró que se estaba forjando un jugador extraordinario que con mi edad lo pude ver jugar y nadie hacía ni hizo lo que Diego Maradona con el balón.  Su carrera fue en Argentinos, Boca, Barcelona, Napoli, donde llevo a un equipo del sur de Italia a consagrarse entre los mejores de Italia y ser reconocido en todo el mundo. Luego Sevilla FC, Newell's  y terminó en Boca. A un pibe de ocho años en Rosario, llamado Lionel Messi, le preguntaron en la TV: “¿quién es tu ídolo?”. Sin titubear dijo “el Diego”. Hoy tanto la derecha como la izquierda y la prensa quieren enfrentar a los amantes del fútbol argentino y mundial a estos verdaderos cracks del deporte argentino; otra grieta más que se abre por las vidas personales de cada uno de los protagonistas… sin Maradona jamás hubiera existido Messi; un reconocido periodista como el Sr. Cherquis Bialo marcó bien las diferencias. En pocas palabras. Diego y Lionel tuvieron una buena relación. Gracias, Maradona, porque me diste las alegrías más grandes cuando era un niño con mi abuelo y con mi viejo de salir el 29 de junio de 1986 a festejar frente a La Recova en una multitud de argentinos al ganarles a los alemanes. Hace 48 años tu sueño se hizo realidad y llegaste a la cima. Ahí los mediocres no están.

Fernando Esteban Saade  

fernandosaade77@gmail.com