“Romina Smile” se proyectará esta noche a las 20 y mañana a las 18 en el Espacio Incaa, en San Martín 241. Dirigida por Pablo Stigliani, está interpretada por Martina Gusmán, Miranda Castiglione, Rocío Pardo, Vladimir Durán y Román Almaráz. En la sinopsis se indica que Romina (Martina Gusmán) trabaja como promotora desde hace más de 20 años. A punto de cumplir 40, las propuestas laborales que recibe son escasas y mal pagas. Sin darse cuenta, comienza a transitar sus últimos días como promotora en bares, peajes y eventos empresariales para distintas marcas y productos. Por tal motivo, decide abandonar el mundo de las promociones, pero en una Buenos Aires en crisis y con altas tasas de desempleo no logra reinsertarse en el mercado laboral. 

“Romina Smile” transcurre en barrios de monoblocks donde la clase media trabajadora que se supo conseguir parece estar constantemente arañando los bordes de la medianera social. En ese ámbito se mueve Romina, cuando no está entregando folletos en la calle o vistiendo trajes ajustados en algún evento. Ella vive con su hijo adolescente, Matías (Miranda Castiglione) que es gay y está en pareja con otro chico que suele parar en la casa con ellos. La familia vive cerca de unos monoblocs y, si bien no les sobra nada, se las arreglan para sobrevivir.   Romina sabe que lega a los 40 y se da cuenta que se le hace más difícil que antes vivir de su apariencia física y el mercado se le va limitando. Cuando su jefa muestra a tres chicas a un potencial cliente, a ella la exhibe como para “eventos empresariales” mientras que las otras son más requeridas en los deportivos o publicitarios. A tal punto llega la marginación dentro del rubro que en un evento terminan enviándola al guardarropas, escribe el crítico Diego Lerer.