El pronóstico de lluvia para San Pablo era cierto. Pero durante la prueba Sprint, en la que Franco Colapinto terminó 12° con su Williams (en una nueva sólida actuación) y a la que ganó el británico Lando Norris con su McLaren, todo discurrió con normalidad climática. Eso sí, las nubes grises y bajas daban pie a pensar que el agua estaba cerca…
Casi una hora antes del inicio de la clasificación, el diluvio. Y esto cambió por completo el panorama previsto en el circuito “Carlos Pace”. De hecho, llegó la obligada demora para el inicio de la clasificación. Comenzó entonces un trabajo a destajo de los auxiliares de pista para sacar el agua acumulada en todos lados, y también varias verificaciones de parte de las autoridades de la carrera.
La pregunta: ¿por qué no se podía clasificar?
Las condiciones para que esto ocurriera eran: 1) que pueda volar el helicóptero de seguridad, ante la eventualidad de evacuar a algún piloto por un posible accidente; 2) que el estado de la pista sea apto, sin zonas inundadas; 3) que los marshall (comisarios de pista) puedan hacer su trabajo.
Pues bien, durante casi dos horas esto no fue posible, y lo que se presumía un tiempo de mucha adrenalina por la aceleración, mutó en alta ansiedad por saber si habría clasificación.
Comentario no tan al margen: la F-1 tiene hoy los mejores neumáticos para lluvia, los autos son seguros, los circuitos también y los pilotos son los mejores. Entonces, ¿por qué no hubo clasificación, como se hizo siempre? ¿Por qué tantas dudas, vueltas y deliberaciones? ¿Primaron los intereses económicos? Los pasos en falso también se dan entre los mejores, sin dudas.
Estoico, buena parte del público esperó bajo el aguacero (la mayoría estaba en tribunas techadas). Estoico, los espectadores televisivos aguardaron por acción frente a la pantalla, extendiendo todavía más la sobremesa. Mientras, en Interlagos la luz natural empezaba a escasear. Y la lluvia, aunque menos intensa, no cesaba.
Finalmente no hubo caso. La naturaleza pudo más que la voluntad del hombre y todo quedó cancelado. El esfuerzo no alcanzó para establecer los estándares mínimos de seguridad y los Comisarios Deportivos de la FIA determinaron la suspensión de la clasificación, algo que no ocurría desde Japón 2019. “Me da mucha pena por los fanáticos, es un embole tener que esperar tanto para ver a los autos en la pista” dijo ante lo sucedido Franco, mitad distendido, mitad preocupado, abrazado a su amigo Bizarrap.
El sábado se cerró así sin motores rugiendo en el trazado, pero al menos con fiesta en las tribunas.
¿Y ahora cómo sigue el programa del GP de Brasil?
En principio, la clasificación quedó para primera hora del domingo, a partir de las 7.30. Aunque el pronóstico es que seguirá la lluvia. ¿Y si no se puede clasificar? También en principio, se tomarán las posiciones de la práctica libre del viernes, por lo que Franco debería ocupar el puesto 13 en la parrilla de salida.
Lo cierto es que la final, debido al pronóstico del tiempo desfavorable, también se adelantará y empezará a las 12.30 (en vez de las 14 como estaba programado), a 71 vueltas al trazado de 4.309 metros. Y también es cierto que, visto lo sucedido en un sábado pasado por agua, este show mantiene su colorido y adrenalina liberada, aunque no haya autos a plena aceleración.
Lo cierto es que la final está programada a partir de las 12.30, a 71 vueltas al trazado de 4.309 metros. Y que visto lo sucedido en un sábado pasado por agua, este show mantiene su colorido y adrenalina liberada, aunque no haya autos a plena aceleración.