Racing comenzó la final de la Copa Sudamericana con todo. En apenas 20 minutos, se puso 2-0 arriba sobre Cruzeiro. Y el primer tanto, convertido por Gastón Martirena, fue un verdadero golazo.
Minutos antes, al lateral uruguayo le habían anulado un gol por offside previo de Maximiliano Salas en el arranque de la jugada. Sin embargo, a los 15', tuvo su revancha.
Tras un rechazo de la defensa de Cruzeiro a un centro, Juan Nardoni presionó alto y anticipó con un cabezazo. La pelota cayó en Juan Fernando Quintero, tirado al costado derecho de la cancha, y el colombiano se la cedió a Martirena. Desde la esquina, el uruguayo levantó un centro que superó al arquero Cassio, y se clavó en el segundo palo.