Aunque advierten que resultará complicado cumplir con la meta, los ministros de Educación de todo el país definieron que aquellas provincias que no cumplan con un mínimo de 190 días de clase en 2025 deberán recuperar el tiempo perdido. La decisión se dio tras la última asamblea del Consejo Federal de Educación (CFE), mientras la mayoría de las jurisdicciones terminan de definir sus calendarios escolares 2025.

En rigor, la resolución 484/24 del CFE considera como “día efectivo de clase” una jornada con un piso mínimo de cuatro horas reloj de actividad pedagógica en la escuela. En caso de incumplir ese mínimo, se deberán implementar “medidas de compensación” para “el cuidado de las trayectorias escolares”.

En Tucumán creen que el objetivo será difícil de concretar. “La ley establece 180 de clases. Hemos discutido mucho y conversado en la última reunión de Consejo Federal de Educación y todas las provincias nos hemos comprometido a aspirar y extender a 190 en lo posible, porque hay miles de situaciones que cada provincia ha planteado”, expresó la ministra de Educación, Susana Montaldo. Y aclaró: “Además hoy ya con las versiones que hay de los fines de semana extra largos no sé si llegamos a los 190 días de clases sin que haya empezado el año. Por eso, es una aspiración llegar a los 190 días”.

En Tucumán, las previsiones indican que el actual ciclo lectivo finalizará con 182 días de cursado efectivo, frente a los 185 de 2023 y los 186 de 2022. Es decir, por encima del piso establecido por la ley nacional. Según Montaldo, es más importante prever mayor cantidad de horas en las escuelas, que aspirar a 190 días de clases. “Quizá nos lleguemos a los 190 días, pero sí queremos que se llegue a la cantidad de horas. Nosotros tenemos muchas escuelas con jornada extendidas que sobrepasan la cantidad de horas, y es en definitiva lo que más interesa. Aquí es muy difícil empezar en febrero por razones múltiples; en especial la climática. Y en diferentes localidades hay días sin actividades por festividades o celebraciones de sus patronos. Hay una serie de situaciones. Por ejemplo, en este año cerramos el 20 de diciembre, que es viernes. Pero no se puede llegar al 28 de diciembre; es un absurdo. Ningún país del mundo lo hace, incluso los que están en invierno cortan antes de Navidad y empiezan generalmente después de Reyes”, argumentó.

Respecto de la jornada extendida, la ministra dijo que la primera evaluación es positiva. El programa, lanzado para el segundo cuatrimestre de este año, abarca el 28% de las escuelas primarias en Tucumán, que pasaron a ser de jornada completa con comedor escolar, y el 20% de la matrícula total del nivel primario. Su beneficio consiste en la ampliación de la jornada escolar a siete horas de clases en 165 establecimientos de nivel primario, seleccionados por su inserción en comunidades vulnerables y por sus posibilidades de infraestructura. La idea, dijo Montaldo, es ampliar el esquema, pero eso requiere de mayores obras de infraestructura. “Hay que ver la infraestructura edilicia y la organización, ver cuántos chicos tenemos en edad de nivel inicial, cuántos en primaria, cuántos en secundaria, y bueno, ordenar esa infraestructura y ver en cuáles podemos extender las jornadas y tener los chicos en un solo turno. Todo ese estudio estamos abocados desde el inicio de la gestión para ir optimizando el sistema. Lo ideal es eso, que en unos años toda la primaria sea de siete horas perdón. Es la tendencia en Latinoamérica y en Europa; en general todos tienen siete horas de clase”, expresó la ministra.

Las opciones

Las alternativas para compensar los días perdidos incluyen medidas como extender la jornada de clase, acortar o readecuar el receso invernal, dictar clases en días extras, reestructurar los períodos de recuperación y evaluación de diciembre y marzo.

También se considera adelantar el inicio del ciclo lectivo del año posterior, usar medios tecnológicos para intensificar la enseñanza, trasladar de manera provisoria los alumnos a otras escuelas cercanas (en caso de problemas de infraestructura), o definir otras estrategias institucionales para garantizar la presencia de docentes y estudiantes.

Además, el CFE le encomienda a la Secretaría de Educación desarrollar una herramienta digital que permita registrar los días de clase efectivos y los incumplidos, por escuela y por curso, con una periodicidad mensual.

A principios de este año, un informe del Observatorio de Argentinos por la Educación mostró que solo 5 provincias habían planificado 190 días de clase en 2024. A ese número hay que restarle las jornadas perdidas por diferentes motivos (paros docentes, problemas de infraestructura, ausentismo o factores climáticos, entre otros). En los últimos años, se volvió habitual que las provincias anuncien 190 días de clase y que luego se presenten calendarios escolares recortados. El panorama de cumplimiento efectivo del calendario escolar varía mucho entre las provincias. Este año, por ejemplo, Chubut celebró que habrá más de 140 días de clase por primera vez en 25 años.