Otto Barenbreuker, el arquitecto condenado a seis años de prisión por estafas con fondos fiduciarios, fue trasladado al penal de Villa Urquiza, donde deberá cumplir su sentencia. La decisión de la Justicia se dio dos años después de la condena, y durante ese lapso el constructor estuvo alojado en una celda del edificio de la Dirección General de Investigaciones.
El arquitecto fue juzgado luego de haber sido denunciado por 20 personas que habían pagado por acceder a departamentos que, o nunca fueron entregados, o se lo hizo en condiciones muy distintas a las pautadas.
Las juezas Stella Maris Arce, Wendy Kassar y María Fernanda Bahler condenaron a Barenbreuker por defraudaciones en concurso real con las amenazas que dijo haber sufrido una de las denunciantes. “Barenbreuker montó toda esta estructura con la finalidad de defraudar a los inversionistas. Utilizó un negocio jurídico válido, con el fin de administrar en forma fraudulenta los bienes entregados, y desviarlos del fin para el que fueron invertidos. En lugar de invertirlos en las obras de los fideicomisos para los que fueron entregados, los desviaba en beneficio propio hacia otros fines distintos”, expusieron en ese momento las juezas. Luego de escuchar a testigos (entre denunciantes, peritos y allegados), el fiscal Carlos Saltor solicitó nueve años de prisión y el mismo tiempo de inhabilitación para ejercer el comercio. Los querellantes Luis Maria Rizzo, Rosa Nosseti y José Gerónimo Paz, en tanto, habían pedido 12 años de prisión. Los defensores Carlos Varela Soria y Juan Colombres Garmendia, en tanto, habían solicitado la absolución, o que, en caso de condena, se aplique la pena de un año y medio de prisión de ejecución condicional.
Rechazaron otro recurso presentado por Barenbreuker y ahora será llevado a la cárcelFinalmente Barenbreuker fue sentenciado a una pena de ejecución efectiva, pero hasta el momento no estaba en la cárcel. Ya en febrero de este año la Corte Suprema de Justicia de la provincia declaró inadmisible un recurso extraordinario federal que había planteado la defensa y ordenó la detención del empresario, ya que hasta ese momento permanecía en libertad, y su inmediato alojamiento en el penal de Villa Urquiza. En ese mismo mes se concretó la detención y fue alojado en la Dirección de Investigaciones. Y allí permaneció hasta mediados de este mes. Es que en el medio se informó que no había cupos para el penal de Villa Urquiza.
La internación
En agosto de este año, el defensor Varela Soria solicitó que se le otorgue al constructor el beneficio de la prisión domiciliaria. “Todo este proceso, que se inició en 2016, le trajo muchos problemas personales y profesionales, por lo que tiene un cuadro depresivo. En junio del año pasado vivió un episodio grave, por lo que debió ser internado en el Hospital Padilla durante 22 días. Su detención en febrero de este año agravó su situación de salud y padece un cuadro clínico psiquiátrico que es grave, sumado a un trastorno depresivo mayor”, explicó el defensor en ese momento. Y agregó además que proponía que a esa detención domiciliaria se le sumara un dispositivo electrónico para monitorear la ubicación del condenado. Pero esto fue rechazado por la jueza Ana María Iácono ya que faltaban informes, como el de una junta médica, para decidir sobre la cuestión de fondo. Por eso Barenbreuker siguió en dependencias policiales.
Confirmaron los seis años de prisión contra el constructor BarenbreukerHace dos semanas, según se informó, Barenbreuker tuvo un problema de salud y fue trasladado a una clínica privada, donde se lo medicó y donde pretendía permanecer. Pero a los dos días el juez Gonzalo Ortega, enterado de la situación, ordenó que se remitan los antecedentes y que, tras el alta médica, el constructor fuera directamente trasladado a Villa Urquiza, con un cupo liberado justamente por su condición de salud. Desde entonces está alojado en la Unidad 9, de Máxima Seguridad, donde ya quedará en principio hasta cumplir su condena.