En 2009, la primera vez que el Yas Marina formó parte del calendario de Fórmula 1, las dudas respecto a su incorporación se despejaron casi de inmediato. ¿Podía estar a la altura de bajar el telón de la temporada? Sí, desde entonces el circuito de Abu Dhabi lo es, sin polémicas ni contratiempos.

Este fin de semana volverá a recibir a la “Máxima”, que tiene rey entre los pilotos (Max Verstappen) pero no equipo campeón de constructores; algo que se dirimirá entre McLaren y Ferrari. Será el escenario de otra carrera que Franco Colapinto deberá encarar con un sentido superior; una especie de “modo deslumbrar” para que su carrera pueda seguir entre los 20 mejores pilotos de monoplazas del mundo.

La competencia nocturna bajo luces artificiales crea un ambiente único y desafiante. Para los pilotos, la visibilidad también presenta un desafío adicional. Si bien la pista cuenta con un sistema de iluminación de última generación que garantiza las transiciones perfectas del día a la noche, sigue siendo un factor para ocuparse. En el caso de los ingenieros, la combinación de curvas rápidas y lentas exige una configuración del coche muy precisa y que no es habitual en un calendario que consta de 24 fechas.

Su asfalto es perfecto y los efectos negativos que puede generar su locación en el desierto fueron reducidos cuando se plantaron 5.000 árboles en medio de las dunas. Sin embargo, la superficie sigue siendo abrasiva y desgasta demasiado a los neumáticos. De ese modo, es probable que las estrategias sean conservadoras; y en ese sentido el clima de la época, cálido y húmedo, también afectará a los compuestos de las ruedas.

Si bien esos condicionantes asomaron como impedimentos para que se desarrollen carreras entretenidas, en Medio Oriente tomaron nota y en 2021 se hicieron los cambios que dejaron la configuración actual. Comparado al diseño de origen, las modificaciones realizadas hicieron que el circuito sea más rápido y con más oportunidades de adelantamiento.

La modificación que se hizo en la última curva, un punto clave antes de la recta principal, era vista como una oportunidad para adelantar, pero también bastante técnica y exigente. Algunos pilotos la consideraban el sitio exacto para definir el resultado de la carrera.

POR UN BUEN CIERRE. Colapinto intentará cerrar la temporada de 2024 con buenas sensaciones en el circuito de Abu Dhabi.

Después de las modificaciones, la curva se volvió más rápida y fluida lo que generó opiniones divididas. A favor: el trazado ganó en emoción por los adelantamientos ya que los pilotos mantienen una mayor velocidad y hace que las batallas rueda a rueda sean más probables. En contra: el cambio habría reducido la habilidad del piloto.

El espectáculo mejoró aunque muchos extrañan la configuración original porque también estaba en la línea de lo espectacular como la actual.

Ubicado en la isla Yas, el circuito de 5.554 metros de longitud fue hecho para ofrecer un espectáculo único que requirió las manos de 14.000 hombres. Desde 2007 hasta 2009 los obreros emplearon 35 millones de horas en turnos de 24. Además, Abu Dhabi es un centro de ocio con el lujo y esplendor que caracteriza a la zona, fértil de petróleo y con alto desarrollo de su economía.

La pista pasa por el hotel Yas Viceroy Abu Dabi y el diseño está basado como puerto deportivo, lo cual agrega a la acción de alta velocidad vistas panorámicas majestuosas del mar.

Colapinto tiene experiencia corriendo en Abu Dhabi

No será este fin de semana el primer contacto de Colapinto con el trazado de los Emiratos Árabes, ya que el piloto de Williams tiene muy buenos recuerdos en el Yas Marina. Durante la pandemia por covid-19, a medida que las actividades se fueron habilitando, Colapinto fue citado por el equipo G-Drive Racing para conducir un auto de la serie Le Mans Series asiática cuando todavía el Yas Marina no estaba renovado. Incluso fue él quien estableció la mejor referencia en la segunda carrera.

Volvió en 2023 para el cierre de temporada de la Fórmula 2. En noviembre del año pasado en el circuito donde correrá este fin de semana, Colapinto cumplió dos cosas: su sueño y su objetivo. Su viejo anhelo de subirse a un Fórmula 1 se hizo realidad. Además consiguió la Superlicencia que lo habilitó para ser elegido para las carreras de la “Máxima”.

Con ello se terminó la sequía de argentinos sobre un Fórmula 1 y allí se le abrió la puerta para ser piloto reserva de Williams, que lo hizo debutar en esta temporada en septiembre pasado cuando suplantó al estadounidense Logan Sargeant.

Así que para Colapinto la combinación de curvas rápidas y lentas, largas rectas y un ambiente nocturno espectacular son cosas que no lo inquietan demasiado. “Me preocupa ver cómo arreglarán el auto. Hay que ver qué pasa", dijo tras la carrera en Qatar en la que un choque lo dejó fuera de competencia y con el auto dañado. Pero a simple vista las “heridas” fueron menores que las que la máquina sufrió luego de los dos choques en Brasil.

El equipo trabajó intensamente pero el Williams no tuvo intensidad en ninguna de las tres salidas a la pista qatarí condicionando así el rendimiento de Colapinto. La situación en Abu Dhabi es idéntica: para ser competitivo el pilarense tampoco depende de sí mismo.