Con el correr del tiempo, Panorama va consolidándose como un recurso de formación muy valioso para los estudiantes de la Facultad de Artes (UNT). Se trata, según definen los organizadores, de un espacio colaborativo de reflexión, pensamiento y producción entre pares coordinado por un artista invitado. En su tercera edición, la residencia se realizó en el complejo universitario de San Javier, en esta oportunidad bajo la dirección de la tucumana Belén Aguirre. Antes se habían encargado dos artistas llegados de Buenos Aires: Max Gómez Canle (2022) y Alberto Passolini (2023). 

Estudiantes de cuarto y quinto año de la Licenciatura en Artes Visuales y de la Licenciatura en Artes Plásticas, tanto de la Capital como del Departamento de Aguilares, pudieron aplicar a la convocatoria abierta para participar de la residencia, que se extendió durante tres días. El jurado, integrado en esta ocasión por Aguirre junto a Rosalba Mirabella, eligió a Agustín Ferreyra, Anahí Paz, Julia Albornoz Montecino, Luciana Ayuso, María Milagros Salazar, Raúl Gómez, Rebeca Díaz y Rosario Brito Soler.

La gestión de la residencia es un trabajo conjunto entre el Ente Cultural, a través de su Dirección de Artes Visuales, y la Facultad de Artes, por medio de su Secretaría de Extensión. “El formato de residencias es una instancia recurrente para artistas contemporáneos, que ofrece un espacio y recursos para trabajar en sus prácticas. En este sentido, se destaca el trabajo colaborativo entre las instituciones implicadas para proponer una instancia única en el país, destinada exclusivamente a estudiantes de grado”, explicó Bruno Juliano, secretario de Extensión de la Facultad.

El camino elegido

“Mi propuesta para esta edición de Panorama partió de la acción más básica que todos compartimos al iniciar nuestra práctica artística como estudiantes, que es la de dibujar. Pensé que, a través del dibujo, podía hacer girar una reflexión sobre la propia producción de las y los residentes. A su vez, ese modo de práctica reflexiva a través de una técnica tradicional y elemental fue conectada con obras que hacen a nuestra historia del arte nacional y de Tucumán. Un recorte que, por supuesto, responde a una decisión personal, de artistas que fueron dibujantes o cuya producción se vincula con el dibujo. Estas obras van desde mediados de los años ‘40 hasta la actualidad”, detalló Aguirre,

Ella es artista visual, docente y licenciada en Artes Plásticas con especialidad en Pintura, egresada de la UNT. En su recorrido artístico fue alternando la producción con la gestión, conformando colectivos de artistas como el grupo Menos Nosotras Dos, un CLUB, COO Cooperativa de jóvenes artistas tucumanos y Bombo. Desde 2022 es formadora en educación artística en la Escuela de Bellas Artes Maestro Atilio Terragni, de la UNT.

“En ese compartir con los residentes, y en la escucha también, los invité a conectar con el paisaje y la vida en la naturaleza, como una cita, un encuentro -agregó Aguirre-. Cerrando la edición ellas y ellos pudieron vincular esta intensa experiencia con sus procesos productivos a través de la práctica artística y la conceptualización de esa práctica. Busqué, a través de una experiencia propositiva, agudizar la reflexión sobre sus propios discursos y los sentidos de nuestra práctica artística en la provincia”.

EN PLENA TAREA. Agustín Ferreyra y uno de los objetivos de la residencia: trabajar en contacto con la naturaleza. FOTO GENTILEZA/AGUSTIN INDRI.

En pocas palabras

“Destaco, en primer lugar, el trabajo realizado por las y los estudiantes durante la residencia coordinada por Belén. Asimismo, la importancia de dar continuidad a estas actividades que vinculan a la Facultad y al Ente Cultural, tanto en el marco de la Semana de las Artes Visuales como en otros momentos donde ambas instituciones se potencian”, apuntó Silvia Agüero, decana de Artes.

¿Y cuál fue el análisis de quienes protagonizaron la residencia. “Destaco el compromiso con el que se abordó el proyecto, el trabajo colectivo enriquecido por los coordinadores y participantes, el enfoque puesto en el entorno en donde nos encontramos -sotuvo Agustín Ferreyra-. Pudimos pensar el espacio, desde lo académico hasta lo que ocurre en instancia de una residencia y reflexionar así en el valor que tienen el arte local y la producción que cada uno realiza”.

“La residencia fue un espacio que enriqueció nuestro pensamiento a través de la reflexión -añadió Anahí Paz-. Estoy agradecida por esta oportunidad que nace del esfuerzo y la dedicación que se cultivan en la universidad pública”. “Pudimos hacer lo que nos gusta en un lugar rodeado de naturaleza”, agregó Julia Albornoz Montecino.

Según Luciana Ayuso, ser parte de Panorama le sirvió para repensar su proceso creativo, cuestionarse ciertas cosas que daba por sentadas y explorar nuevas ideas. “Es muy importante resaltar que esta oportunidad fue gratuita y accesible gracias a la universidad pública y que el desfinanciamiento de esta significa perder programas como esta residencia, que a nosotros como estudiantes de Artes nos sirve tanto para conformar una carrera profesional como para empezar a integrarnos en la escena local, permitiéndonos proyectar un futuro donde podamos subsistir gracias a lo que estudiamos”, enfatizó.

CONVIVENCIA. Rosario Brito Soler y Belén Aguirre charlan en el jardín de una de las casa de la UNT en San Javier. FOTO GENTILEZA/AGUSTIN INDRI.

“Nos permitió conocer y reflexionar desde nuevas perspectivas y otros puntos de vista”, indicó María Milagros Salazar; mientras que para Raúl Gómez: “la experiencia nos hizo volver sobre nuestras prácticas para repensarlas y potenciarlas”. Y Rebeca Díaz sintetizó: “fue una oportunidad de aprendizaje e intercambio de ideas.”

Finalmente, Rosario Brito Soler advirtió que la experiencia de la residencia fue enriquecedora, tanto para los procesos personales de trabajo como para entender lo que hacía cada uno. “Sirvió para pensar nuestras prácticas en la Facultad y valorar la universidad pública y gratuita, ya que sin ella este tipo de proyectos no hubiesen encontrado lugar -recalcó-. Y también para comenzar a integrar la escena del arte local como estudiantes de Artes”.