La creación de los llamados “Mercados de Abasto” entre el siglo XIX y comienzos del XX en toda la Argentina tenía por finalidad garantizar la calidad de los productos agrícolas que llegaban a los ciudadanos. Debemos recordar que hablamos de un período histórico en el que las epidemias fueron comunes para los habitantes de muchas ciudades y su área de influencia, causando además de la saturación del sistema sanitario cantidades de muertos. Esos mercados permitían garantizar la trazabilidad de las frutas y verduras desde su productor, pasando por los intermediarios hasta la mesa. Hoy los tucumanos nos enteramos por una nota periodística que, una proporción de los productos que consumimos diariamente en la ciudad no cuenta con aquella garantía de calidad y sanidad. Y eso se debe a que ni la Municipalidad ni el Gobierno de la Provincia se preocupan por erradicar la venta mayorista “callejera” que ocurre en las afueras del Mercofrut, tergiversando el sentido y la finalidad garantizada por esa institución. Sinceramente espero que los órganos del estado pongan urgentemente manos a la obra y controlen ese mercado ilegal que seguramente surge desde irregularidades delictivas que se hacen a espaldas de los productores honestos.
Marcelo Daniel Castagno,
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