A horas de la finalización de la temporada de Fórmula 1, la mayoría de los equipos ya tiene su dupla confirmada para 2025. En los próximos días, quedará libre una butaca porque es inminente la desvinculación de Sergio Pérez del equipo Red Bull. Si eso sucede, aunque cada vez con menos intensidad, el nombre de Franco Colapinto brilla para la escudería austríaca.

Jugando a hacer una proyección positiva y que el pilarense se quedara con ese puesto -esto le cabe a cualquier piloto que llegue a Red Bull- tendrá que aceptar un rol cifrado en "estar al servicio de". En este caso, Colapinto o quien fuera, deberá tener en cuenta más lo que pase con Max Verstappen y las necesidades del equipo, antes que lo que le pase a él mismo. 

"Fue la pareja más exitosa que tuvimos, terminando primero y segundo en el campeonato de pilotos el año pasado. Así que creo que nadie está más frustrado con los resultados que 'Checo', en lo que respecta a sus propios altos estándares", dijo Christian Horner. Lo más probable es que él, como jefe de equipo de Red Bull, sea quien de el anuncio de la baja del mexicano o no, todo dependerá de las reuniones que según dijeron desde el entorno del equipo iban a seguir esta semana.

Lo que sí, en esas declaraciones de Horner está claro que harán todo para que se mantenga el dominio del cuatro veces campeón del mundo y recuperar el título que perdieron esta temporada y que ya habían ganado cinco veces antes. Y es ahí donde "Checo" dejó de funcionar como pareja. Hilando fino, el bajo rendimiento que Pérez tuvo, sobre todo en la segunda parte del año, contribuyó a que Red Bull no pudiera repetir el título y saliera de la lucha bastante temprano.

El equipo del campeón mundial preferiría resignar lo que sea porque será más productivo que mantener a "Checo" en sus filas. Quien llegue a la butaca del mexicano deberá tener en cuenta un panorama que no es para nada rechazable. La misión de volver a triunfar como los mejores constructores de un auto de la "Máxima" es posible si se ajusta lo que Pérez desajustó. 

Por eso es que la decisión es tan cuidada. El hermetismo ya es insostenible desde hace varias semanas y los rumores crecen, una foto a distancia de un cruce que parece casual entre protagonistas de los equipos empieza a verse como certeza de algo... de un sí o de un no. De todo.

Pasando en limpio, el que llegue a Red Bull estará al servicio de la causa que será la principal para la escudería en la próxima temporada. Es probable que esa meta se lleve más la atención que la de mantener el dominio de Verstappen, pero para eso deben tener al compañero idealmente exitoso que supo ser Pérez que no pudo sacarle rédito a su situación: escudería de punta, un campeón que otra vez estuvo firme y casi sin rivales para lograr la conquista y que tampoco parece que vaya a bajar su nivel.

Lo de Verstappen viene siendo tan bueno que se podría asegurar que si en algún momento de él dependiera ganar como equipo constructor, podría hacerlo sin dudar. Claro, mejor tener un compañero que acompañe su nivel. ¿Podría ser Colapinto? Es lo que quedará develado en los próximos días.