“‘Sintonía’ es un llamado a vivir en armonía con lo que nos rodea, a reflexionar sobre nuestro papel en el mundo y a sentir que cada instante es parte de una sinfonía natural eterna. Puede que suene a metafísica la cosa, pero es arte”.

Así presenta Gustavo Núñez a la performance multisensorial inmersiva que ofrecerá esta tarde, desde las 19, en el Pinar de Luiyi (Ruta 325, localidad de Yacuchina en Capitán Cáceres, Monteros). El actor se transformará en Jaco House DJ, “el Ángel Guardián de la Noche Eterna que será el guía de este viaje sonoro, donde cada latido y cada melodía se expanden como ecos en la eternidad del universo”. Y aclara: “no es solo un concierto; es un ritual de conexión donde la audiencia experimentará la magia de estar verdaderamente presente, rodeada por los sonidos del bosque y la energía creativa de este personaje místico”.

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“La función se convierte en un santuario donde el público, cobijado por la noche, se siente parte de un ciclo que recuerda la importancia de proteger nuestra Tierra y vibrar con todo lo que nos rodea. Un espacio para reflexionar, conectar y sentir a partir de la innovación artística, en un diálogo profundo con el universo”, agrega y anticipa que habrá ritmos electrónicos, jazz, funk, música experimental y sonidos orgánicos, junto con instalaciones, proyecciones e intervenciones teatrales con textos de Jorge Luis Borges y Federico García Lorca, y las voces de Salvador Dalí, Alfredo Alcón y Oscar Martínez en diferente grabaciones.

“Este espectáculo no solo busca emocionar; su diseño futurista inspira una reflexión profunda sobre la coexistencia entre tecnología y naturaleza, mientras se desdibujan las líneas entre lo real y lo imaginado. No solo lo escuchas y ves, sino que lo vivís, y cada sentido se activa: la vista en un entorno natural iluminado por luces y proyecciones; el oído, con sonidos ambisónicos y melodías fusionándose con los susurros del bosque; el tacto, al sentir la conexión con la tierra y la vibración de cada nota en el cuerpo; el olfato, impregnado por el aroma puro de la naturaleza y la frescura de la noche; y el alma al ser tocada por la poesía de grandes autores”, promete.

El responsable del proyecto es actor y director teatral, e intervino en distintas puestas como “La lechera”, “Cañas de azero” y “Pueblo”, entre otras.

Punto crucial

Núñez insiste en que existe una necesidad de “detenernos a sentir ‘la vibración del universo’ para participar activamente de cada elemento, mientras celebramos la belleza de lo colectivo y lo esencial, en un canto a la magia que nos une a todos”.

“Estamos en un punto crucial de nuestra existencia, donde la humanidad enfrenta retos y oportunidades. La pandemia nos detuvo literalmente en algunos aspectos de nuestras vidas. Reflexionar sobre quiénes somos y hacia dónde vamos se trata de no mirar sólo hacia afuera, sino también hacia adentro”, plantea.

Para desarrollar su proyecto, el artista se capacitó en lo inversivo como concepto teatral, que abarca lo experimental tanto en el proceso como en el suceso en sí. “Para ello hice un curso de audio inmersivo dictado por la escuela Image Campus de Capital Federal, por donde transitamos por las diferentes posibilidades de esta propuesta y el último módulo lo dictó la performer del audio Sol Reza, quien tiene un canal de YouTube y hace intervenciones sonoras”, precisa.

La convocatoria es a que cada participante lleve una manta para sentir la tierra bajo tus pies (con la recomendación de que no se olvide el repelente). Además, habrá artistas invitados especialmente para completar el marco escénico. Sólo el mal tiempo complicaría la concreción de este emprendimiento al aire libre.

El actor presenta a su Jaco como “un antihéroe que usa su controlador como arma pacífica, un profeta del Nuevo Tiempo, quizás un loco pacifico que busca llenar de melodías la noche oscura por la que transitamos”. “Este tipo de propuestas son un desafío para el artista porque debe combinar varias narrativas como si fuera un alquimista”, concluye.