La Policía encontró el cuerpo de una mujer en su casa, en la ciudad santafesina de Rufino, y estaba siendo devorada por sus perros. Jésica Daniela Albil tenía 40 años y sufría de diabetes, enfermedad a la cual se le atribuye -en principio- una complicación que habría derivado en su muerte.

El fiscal Mauro Menéndez investiga las causas del deceso, aunque recientemente se dieron a conocer algunos detalles que podrían ayudar a reconstruir ese trágico final.

Todo comenzó cuando familiares y amigos de Albil denunciaron que no mantenían contacto con ella desde el 16 de septiembre. Además, la preocupación se elevó cuando los vecinos alertaron por el extraño comportamiento de las mascotas de la mujer y que se sentían “malos olores” provenientes de la casa, publicó TN.

Este lunes, alrededor de las 18, personal de la Comisaría Tercera de Rufino llegó al domicilio junto a una abogada y a un escribano. El motivo de la visita era realizar un desalojo, ya que el contrato de alquiler de Jésica se había vencido en agosto. Fue en ese momento cuando se encontraron con la escalofriante escena y decidieron contactar a un familiar de la víctima.

Entre las primeras hipótesis, se dio a conocer que Albil tenía diabetes, por lo cual se estima que una complicación derivada de esa enfermedad pudo haber provocado su muerte. Por otra parte, también se revelaron otros detalles que generaron dudas sobre dichas circunstancias, como las deudas que mantenía con diversos proveedores de productos de belleza -ya que tenía un centro de estética que funcionaba en su casa- y con los retrasos en el pago del alquiler.

Después de que las autoridades hallaran el cuerpo, dieron cuenta que en la casa había cuatro perros, dos que estaban sanos, mientras que uno se encontraba en grave estado de salud y otro muerto. 

Las mascotas fueron asistidas por personal de Guardia Urbana Municipal de Rufino, y si bien aún se esperan los resultados oficiales de la autopsia, se presume que los canes habrían recurrido a alimentarse del cadáver de su dueña.

El fiscal Menéndez ordenó la intervención del personal de Criminalística y la disposición de la morgue de Venado Tuerto para realizar las pericias correspondientes. Asimismo, se involucró al equipo de la PDI de Rufino en las tareas investigativas. Una vez que se concluyeron los procedimientos en la escena, la casa fue cerrada y clausurada.